Opinión

La NEM: un lastre que arrastramos

Salón de clases en México (Carolina Jiménez Mariscal)

Desde que surgió, hace tres años, la Nueva Escuela Mexicana es una preocupación pública. Es verdad que introdujo un modelo de educación activa (método de proyectos) pero no presta atención a los aprendizajes. De hecho, se suprimió la agencia evaluadora de la educación (el INEE), se prohibió a los maestros hacer exámenes y se renunció a las pruebas estandarizadas. No sabemos que están aprendiendo –o que no están aprendiendo--los alumnos. El elefante marcha a ciegas.

Encuentro virtuoso el cambio hacia una pedagogía activa, pero sería deseable que se atendieran las debilidades y equívocos que tiene este proyecto:

1. La formación o capacitación de los docentes sigue siendo una deuda no cubierta por las autoridades.

2. Con el nuevo modelo la carga administrativa de los docentes ha crecido en vez de disminuir.

3. La comunidad no participa en la educación de los niños (se asumía que lo iba a hacer).

4. Los padres de familia solo participan esporádicamente y sin mucho entusiasmo.

5. El proyecto es un método activo, pero aquí el alumno no es autor de su propio aprendizaje.

6. Los proyectos requieren materiales y el gasto se carga a las familias. Debería haber apoyo oficial para esto.

7. Todavía no hay un plan de estudios impreso.

8. Sigue faltado la atención en los primeros grados a los aprendizajes fundamentales: lectura, escritura, matemáticas.

9. La evaluación formativa nadie la entiende.

10. Hay amplia autonomía para los maestros, lo que no hay es una formación que enseñe a utilizar esa autonomía.

11. No hay signos de una revalorización social de los maestros.

12. La educación intercultural es un mito, los deseable (un aula plurilingüe) es imposible.

13. El rechazo a las asignaturas equivale a echar al niño con el agua sucia de la bañera. El hecho real es que los contenidos de Historia Universal, Historia de México, Biología, Química, etc., simplemente no se enseñan en ningún grado de educación básica.

14. La educación comunitaria de la NEM se inscribe en un fondo de comunitarismo indígena pre-moderno y no enfrenta los desafíos educativos de la vida actual como el uso intensivo del teléfono inteligente, los videojuegos, las redes, la inteligencia artificial, etc. Es un modelo que mira hacia el pasado y da la espalda a la modernidad.

15. Subyace en la NEM una filosofía pragmática, utilitarista, que hipertrofia la acción, pero no ofrece una opción de educación ética.

16. Los derechos humanos no son un referente para la NEM. No se estudian en ningún grado.

17. La pregunta ¿qué ciudadano mexicano queremos formar? Esta fuera de lugar porque la NEM no se inscribe en México como nación sino en la comunidad local.

18. Es importante estudiar las tradiciones comunitarias y la herencia indígena, pero es igualmente importante estudiar la cultura nacional, la cultura universal y las ciencias. Su ausencia del plan de estudios es injustificable y es, en realidad, un crimen.

Un crimen que se cometió y se comete diariamente ante nuestra mirada indolente y nuestro silencio cómplice. Impresiona la indiferencia con la cual la sociedad ha aceptado esta reforma educativa que exalta la actividad pero que deja de lado los aprendizajes. Se puede perfectamente anticipar que se producirá a mediano plazo un nuevo derrumbe de los aprendizajes. Paradójico, pero con la escuela estamos produciendo mayor ignorancia.

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