Opinión

Gertz, clave en la transición democrática

Alejandro Gertz Manero CIUDAD DE MÉXICO, 25FEBRERO2025.- Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República, durante la Conferencia del Pueblo, donde indicó que se ha solicitado la extradición del capo en cuatro ocasiones durante la administración de Joe Biden, sin recibir respuesta de las autoridades estadounidenses. FOTO: GUSTAVO ALBERTO /CUARTOSCURO (Gustavo Alberto)

La hoja de servicios de Alejandro Gertz Manero lo perfila como una figura clave en la transición democrática del país. En 1998 Cuauhtémoc Cárdenas, que fue el primer jefe de Gobierno de la capital del país, lo nombró secretario de Seguridad Pública. Cárdenas dejó el gobierno para irse como candidato presidencial, pero Gertz Manero se mantuvo al frente la policía con Rosario Robles que sustituyó a Cárdenas.

La histórica elección presidencial del año 2000 fue el momento estelar de la transición. El PRI perdió la Presidencia por vez primera en casi ocho décadas. El triunfo quedó en manos del candidato del PAN, Vicente Fox, antiguo directivo de la Coca Cola. El guanajuatense tomó una medida encomiable, nombró a Alejandro Gertz Manero secretario de Seguridad Pública del gobierno federal panista a pesar de sus antecedentes en un gobierno de izquierda; o mejor, lo hizo por eso, para mostrar que las instituciones están por encima de las filias y fobias partidistas y que la transición política no descarrilaría el rumbo del país. Gertz tuvo sus primeros cargos en gobiernos del PRI, lo que refuerza esta tesis de funcionario institucional.

En los jaloneos políticos de los últimos días se olvida esta página en la historia política del país, pero la destreza de Gertz para representar al Estado y no a los operadores políticos de los partidos fue decisiva para nombrarlo como primer fiscal autónomo del país, lo que supuso un avance relevante para despolitizar la procuración de Justicia y que las investigaciones no dependieran de intereses políticos coyunturales que cambian, cuando la ley tiene que ser permanente.

Las fuerzas de izquierda se distinguieron por impulsar la autonomía de las fiscalías y han sido, para mal, las primeras en hacer de la autonomía letra muerta y regresar a los tiempos en los políticos decidían a quién sí y a quien no investigar. De hecho, la reciente salida de Gertz debe interpretarse como un asalto a la autonomía que no es un capricho es una disposición constitucional, que no es poco, aunque para algunos sea irrelevante. Gertz ha trabajo mucho el tema de la división de poderes y los abusos por parte de los políticos que no tienen respeto por la ley ni siquiera la Carta Magna.

Hay preocupación justificada de que la salida de Gertz arruine el experimento de las fiscalías autónomas no solo a nivel federal sino en los estados de la república. Quedó a la vista un modus operandi. El ejecutivo trabaja en consonancia con el Congreso y si tiene los votos suficientes pueden alegar faltas graves y deshacerse de él, lo que por supuesto va en contra del espíritu del cambio hacia la autonomía. La Fiscalía General de la República, según su propia visión, es un órgano constitucional autónomo. Tiene como fines la investigación de los delitos y el esclarecimiento de los hechos; otorgar una procuración de justicia eficaz, efectiva, apegada a derecho, que contribuya a combatir la inseguridad y disminuirla; la prevención del delito; fortalecer el Estado de derecho en México; procurar que el culpable no quede impune; así como promover, proteger, respetar y garantizar los derechos de verdad, reparación integral y de no repetición de las víctimas, ofendidos en particular y de la sociedad en general. La Fiscalía General de la República se rige por los principios de autonomía, legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez, respeto a los derechos humanos.

Gertz no llegó a esos cargos de manera gratuita, al contrario. Antes se probó en la primera línea de fuego contra la delincuencia. Tampoco se ha dicho mucho, pero tuvo a su cargo, en gobiernos priistas la llamada Operación Condor, la Coordinación Nacional de la Campaña contra el Narcotráfico, uno de los primeros esfuerzos continentales para combatir a las bandas dedicadas al trasiego de drogas. Nadie le regaló nada.

Gertz también ha sido un relevante académico, fue profesor en la UNAM, en el ITAM y en la Anáhuac y conductor de centros de enseñanza superior tan prestigiados como el Ceneval o la Universidad de las Américas, y llegó al Sistema Nacional de Investigadores. Es autor de varios libros que merecen revisarse. Uno que puede sorprender es el libro titulado Psicoanálisis que a decir de la editorial explora al aspecto salvífico que se implica en el psicoanálisis como una formidable herramienta para el modelaje de una conciencia individual, luminosa y transformadora, capaz de oponerse a una sociedad que parece marchar hacia un orden despótico, o hacia un caos devastador. Existen terapias de curación y terapias de salvación; las primeras nos liberan de los males de la mente; las segundas proporcionan el crecimiento y ejercicio del mayor bien que tenemos: nuestra conciencia

Mantuvo un interés muy especial sobre el político liberal mexicano Guillermo Prieto de quien incluso escribió una biografía. Gertz es un hombre de múltiples facetas que dentro de poco podría emprender una nueva aventura, ahora diplomática, porque le ofrecieron la embajada de un país amigo, ya veremos si el cambio se concreta.

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