Opinión

GUERRERO: Más muertes, más desolación

Mientras cubrían el asesinato de un conductor de transporte público en Chilpancingo, cuatro periodistas de medios locales fueron rafagueados el martes pasado. Sus compañeros del gremio exigieron a los titulares de los tres niveles de gobierno cesar su discurso de odio, particularmente a la alcaldesa Norma Otilia Piña, a quien acusan de intimidarlos a base de amenazas y denostaciones.

Hace una semana, otros cuatro periodistas y el hijo de uno de ellos fueron levantados en Taxco; afortunadamente fueron todos liberados, el último el día de ayer. La semana pasada y también en Taxco, civiles armados atacaron la base de transporte público de Urvan Puente Campuzano, perdiendo un chofer la vida, según reporta El Sur (29/11/2023).

Por donde vea uno a Guerrero, la muerte tiene la puerta abierta. La historia siempre es la misma: unos fulanos en motocicleta rodean a su objetivo y lo rafaguean; huyen rápidamente y no son detenidos.

¿Por qué las agresiones? Nada informan las autoridades locales, nada indican los medios locales. Por lo pronto, el día de ayer, periodistas de la entidad realizaron una marcha de protesta, a la cual apoyaron representantes de algunas organizaciones beligerantes como la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero, Antorcha Campesina y el Frente de Defensa Popular. Delicada combinación, doña María Luisa.

Matan a un hombre en Guerrero

Matan a un hombre en Guerrero

Archivo Cuartoscuro

Usted sabe que nada de esto es nuevo, ni infrecuente. Como comenté en este mismo espacio en agosto pasado y con motivo del asesinato de dos altos funcionarios estatales, “debe ser difícil establecer líneas de investigación sobre los crímenes en Guerrero, habida cuenta de la cantidad de delitos y de bandas en la entidad. ‘Los Tlacos’, ‘Los Ardillos’, ‘Guerreros Unidos’, ‘Los Rojos’, ‘Los Granados’, el Cártel Independiente de Acapulco y muchos otros más se disputan el territorio entre sí y también con La Familia Michoacana” (Guerrero en guerra, 23/08/2023).

Mientras tanto, en Acapulco, los daminificados del huracán “Otis” apenas empiezan a recibir los ocho mil pesos de apoyo prometidos por el gobierno federal, junto con su kit de limpieza. Ayer fueron entregados a los afectados cuyos apellidos inician con A y B; ¿cuántos días más se tardarán en llegar a la Z? Con otra: desde el viernes pasado, damnificados que no fueron incluidos en el censo han bloqueado la Costera Miguel Alemán.

Hay mucha inconformidad y mucho dolor en Guerrero, particularmente de las personas que perdieron a un familiar y no recibieron apoyo para localizarlo, como es el caso de Yesenia Soriano. Peregrinó de oficina en oficina para informar de la desaparición de su marido, rogando ayuda para su búsqueda. El esposo, un oficial retirado de SEMAR y trabajador en un yate de recreo, fue encontrado sin vida por personal de limpieza 22 días después de la entrada de “Otis”.

“Para nosotros hay un antes y un despúes. Tengo muchos sentimientos encontrados, sobre todo porque (los funcionarios) no regresaban a ver a los familiares de los desaparecidos” (Quadratin, 28/11/2023).

La reconstrucción será lenta y mal hecha. En vez de aprovechar la desgracia para realizar un reordenamiento urbano, la 4T decidió entregar el dinero en mano para que los afectados lleven a cabo la autoconstrucción, porque “no es cosa del otro mundo” en opinión del presidente. “Todas las viviendas de México, de nuestros hogares, las han hecho los integrantes de las familias” (23/11/2023). ¿Es en serio?

Las zonas populares de Acapulco se caracterizan por haberse colonizado a partir de la invasión de predios que, a lo largo de los años, poco o nada se ha hecho por mejorar la situación. Según el último reporte del CONEVAL sobre Guerrero, 40 por ciento de la población carecía de acceso a servicos básicos en la vivienda y, peor todavía, 20 por ciento carecía de calidad y espacio para la vivienda. Ahora están francamente peor, pero, ¿cómo van a mejorar?

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Me pregunto si un taxista o un mesero saben colocar la plomería básica de una vivienda. Los acapulqueños van a reconstruir sus casas como Dios les dé a entender, a partir de las mismas bases de carencia en las que vivían. Para el gobierno es la salida fácil a un mega problema muy difícil.

Por si todo lo que aquí le narro fuera poco, el inquilino de Palacio Nacional tuvo la brillante idea de incluir en el Comité de Reconstrucción a un “insignie” personaje: el senador Félix Salgado Macedonio.

Don Félix es padre de la actual gobernadora –ojo con el conflicto de interés- y su negra fama le precede. Vox populi asevera que cuando fue alcalde de Acapulco se abrieron las puertas a la delicuencia organizada; no que el puerto antes haya sido el paraíso de la legalidad, pero el crecimiento de las actividades delincuenciales desde entonces ha sido exponencial.

Expuesto todo lo anterior le pregunto, señora secretaria: ¿qué puede salir mal?

Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com

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