Opinión

La naturaleza privilegiada de Baja California Sur y un turismo sostenible

Uno de los lugares más enigmáticos y maravillosos que tiene nuestro país sin lugar a dudas es la Península de Baja California y particularmente el Estado de Baja California Sur que recientemente pude visitar y que hoy quisiera platicarles un poco sobre lo aprendido.

Baja California Sur es un ecosistema desértico con un territorio que al estar rodeado completamente por agua de este a oeste podría considerarse prácticamente como una isla. El 90% de la población vive en Los Cabos y en La Paz ya que en medio de ese desierto, cuentan con una sierra que se forma justamente en medio de estos dos municipios que es la Sierra de la laguna, considerada una reserva de la biosfera, en este lugar se concentra el agua qué forma arroyos y ríos que nutren del vital líquido a estos dos municipios.

En este sentido, este espacio cuenta con un trabajo de conservación no solamente por parte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, sino también por parte de los ejidatarios que ahí habitan en la que además de ser sabedores de los servicios ecosistemas que proveen a Los Cabos y La Paz, actualmente están trabajando para poder ofrecer actividades turísticas entre sus senderos. Ellos saben de la vitalidad y la importancia de estas tierras a pesar de que a lo largo del tiempo han sido objeto de que mineras hayan tratado de explotar sus subsuelos ya que allí abajo hay una gran cantidad de oro y de plata.

Alcaldes de México

Alcaldes de México

Actualmente los ejidatarios tienen esperanzas puestas en proyectos como Adaptur y Kuxatur, que lleva a cabo la Secretaría de Turismo del Gobierno de México para que se puedan ofrecer actividades turísticas que ayudan a generar ingresos complementarios alternativos, particularmente en los ejidos de San Antonio, Caduaño y Santiago, en las que hay una gran cantidad de aves endémicas y algunas en peligro de extinción como la pardela mexicana.

En el contexto de estos proyectos se trabaja con las productoras de la Damiana, planta endémica del desierto que está siendo cultivada y aprovechada por cooperativas de mujeres de la región. Las mujeres recolectan esta maravillosa planta y finalmente la procesan para producir tesinas, velas, jabones y buscan integrarlos en la cadena de valor turística, como por ejemplo; que puedan vender esos jabones de damiana a los hoteles de Los Cabos y de La Paz. Cabe destacar que la Damiana es muy buena para el riñón, para la migraña y también tienen fama por ser un importante estimulante sexual.

Cabe destacar que el municipio de Los Cabos actualmente se enfrenta a los efectos de la escasez de agua que existe en la región y también está teniendo un crecimiento exponencial en los últimos 10 años ya que ha tenido una tasa de crecimiento de su población residente de 10,000 nuevos residentes cada año, llegando ya a 350,000 habitantes en el municipio de Los Cabos. Aunado a eso, está siendo afectada por los impactos del cambio climático, por lo que proyectos como Adaptur y Kuxatur ayudarán a poder atender esta situación de ordenamiento turístico territorial que consideran todos estos temas.

Es así que toda esta región trabaja en mecanismos de conservación de la biodiversidad, el ordenamiento turístico, adaptación al cambio climático y en la búsqueda hacia un turismo más consciente y responsable. Esta región debe seguir siendo motivo de orgullo nacional en cuanto a conservación se refiere.