Opinión

Un perfil rectoral para el momento actual

El proceso de sucesión en la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México está entrando a la recta final y en unos cuantos días conoceremos el nombre de la persona que conducirá a la Institución por los próximos cuatro años. Después de haber escuchado a la comunidad universitaria y de analizar y valorar los proyectos de trabajo y las trayectorias de quienes manifestaron su intención de participar en el proceso, la Junta de Gobierno ha comenzado a entrevistar a los diez aspirantes que alcanzaron la etapa final. En cuanto concluyan las entrevistas, los integrantes de este cuerpo colegiado deliberarán hasta alcanzar el consenso que les permita designar, como lo establece la legislación universitaria, al próximo Líder Nato.

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A inicios de septiembre, en este mismo espacio, compartí el perfil que, a mi juicio, debería tener la persona que fuera designada para ocupar la Rectoría hasta noviembre de 2027. En aquella ocasión enuncié cinco cualidades generales que, en mi opinión, me parece fundamental que tenga cualquier persona que aspire a una responsabilidad tan trascendente: amor por la Universidad, capacidad de liderazgo, conocimiento de las necesidades de la comunidad, visión de grandeza de la Institución y comprensión del papel de la Universidad en el escenario nacional. Existen, además, ciertas características que responden más al momento por el que atraviesan el país y la Universidad Nacional. Se trata de habilidades o capacidades que, si bien siempre son útiles, varían dependiendo de los contextos específicos. Por ello, cada vez que se presenta un proceso de sucesión rectoral, la Junta de Gobierno analiza, valora y pondera el perfil que más le conviene a la Universidad por los retos que su líder nato habrá de enfrentar.

En el actual contexto nacional, es indispensable considerar que los próximos meses serán políticamente muy intensos por la sucesión presidencial que se vivirá en 2024. Con el adelanto de las campañas incentivado por Morena y el Frente Amplio por México, es previsible que lo que resta de éste y cuando menos la primera mitad del siguiente año, el ambiente será de confrontación y de polarización. Por lo anterior, la persona que sea designada para ocupar la Rectoría de la UNAM deberá contar con habilidades políticas para sortear el temporal que significa una campaña presidencial como la que viviremos. De igual manera, debe de ser una persona con la capacidad de entablar un diálogo respetuoso pero firme con la próxima presidenta o presidente de México y así retomar una relación institucional más tersa que la que se ha vivido en los últimos cinco años.

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En el ámbito estrictamente universitario, las consecuencias derivadas de la pandemia de Covid-19; la erradicación de las distintas violencias, particularmente la de género; la atención a las demandas laborales del personal académico y administrativo; la participación de las y los universitarios en la discusión y elaboración de propuestas que atiendan los grandes problemas nacionales, así como el avance en la mejora de la calidad académica, son algunos de los asuntos en los que las y los universitarios esperamos que se centre la próxima administración. Frente a esto, es por demás conveniente que quien sea designado como próximo líder de la comunidad universitaria conozca con precisión estas necesidades y aspiraciones y tenga las respuestas y soluciones que se requieren.

La Junta de Gobierno siempre ha actuado con profunda sabiduría al momento de designar rectores. Estoy convencido que esta ocasión no será la excepción y que el próximo rector contará con las cualidades para sortear el complejo panorama nacional y enfrentar los importantes retos internos que se avizoran. En esta recta final, las y los quince integrantes de este cuerpo colegiado cumplirán con su tarea de la mejor manera. Al resto de los universitarios, por nuestra parte, nos corresponde seguir defendiendo la autonomía de nuestra casa y cerrar filas para evitar que intereses ajenos a ella pretendan incidir en la decisión más trascendental para los próximos años. Para lograr lo anterior, un primer paso es rechazar las recientes acciones violentas que lastiman a la institución y dan muestra de lo que no queremos para los próximos cuatro años.

Profesor de la UNAM y consultor político

Twitter: @JoaquinNarro

Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com