
El vínculo entre los lácteos y las pesadillas
Dormir mal después de cenar alimentos como una pizza con extra queso o un pastel de tres leches podría no ser simple coincidencia. De acuerdo con un nuevo estudio canadiense, el consumo de lácteos antes de dormir, especialmente el queso, podría estar relacionado con pesadillas, insomnio y sueños vívidos.
Este grupo de científicos encontró que algunas personas suelen experimentar alteraciones en el sueño REM (la fase donde soñamos más intensamente) después de comer productos lácteos.
¿Por qué tengo insomnio después de tomar leche o comer queso?
La leche y sus derivados contienen aminoácidos, grasas y azúcares que pueden influir en la producción de serotonina y dopamina, dos neurotransmisores que regulan el descanso y las emociones.
Así que sí, ese sueño donde te perseguía algo extraño que te causaba miedo y ansiedad podría tener una explicación bioquímica.
El queso, el principal sospechoso
Entre todos los lácteos, el queso se lleva la medalla al más travieso del refrigerador. De acuerdo con otro estudio, pero ahora británico, este alimento fue el más asociado con malestares digestivos y sueños extraños.
La investigación, realizada con más de 300 participantes, reveló que quienes comían queso cheddar, azul o manchego antes de dormir reportaban sueños más intensos, inquietantes o simplemente bizarros.
El motivo podría estar en su contenido alto de tiramina, una sustancia que estimula el sistema nervioso y puede alterar los patrones del sueño. En pocas palabras: el queso te activa cuando tu cuerpo intenta relajarse.
No todo es malo: algunos lácteos pueden ayudar
Antes de que corras a tirar la leche del refri, sé consciente de que no todos los productos lácteos son villanos. Si amas estos productos, consumir lácteos bajos en grasa, como el yogur natural o la leche tibia, pueden favorecer la conciliación del sueño gracias a su contenido de triptófano, un aminoácido que ayuda al cuerpo a producir melatonina.
La clave está en no excederse y evitar el azúcar o las grasas saturadas antes de dormir. Es decir: un vaso de leche tibia, bien; una malteada triple con helado de vainilla y caramelo, pésimo.
¿Cómo dormir mejor?
Si últimamente tus noches son una película de Tim Burton, prueba estos tips:
- Evita lácteos pesados después de las 8:00 p.m.
- Consume opciones ligeras como leche descremada o yogur natural.
- Mantén tu habitación fresca y sin pantallas antes de dormir.
- Utilizar cobijas con peso para dormir podrían ser una gran opción.
Dormir bien no solo depende de cuántas horas pasas en la cama, sino también de lo que comes antes de cerrar los ojos. Así que ya sabes: la próxima vez que sueñes con un queso gigante bailando salsa… tal vez sea hora de cambiar la cena.