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Símbolo de México, este curioso can representa el vínculo entre los humanos y sus espíritus, en una mezcla de biología, historia y mito ancestral

Xoloitzcuintles: compañeros en la vida y la muerte... esta es la historia de esta raza sin pelo

Un perro Xoloitzcuintle posando de frente con un fondo de flores de cempasúchil
Xoloitzcuintle (Pinterest)

Dicen que ningún alma cruza el Mictlán sin un compañero de cuatro patas. En la cosmovisión mexica, el xoloitzcuintle guía a los muertos a través de los nueve ríos del inframundo, iluminando su trayecto con la fidelidad que sólo un perro puede ofrecer.

Es una de las razas más antiguas del continente americano y, sin duda, una de las más características de México desde la época prehispánica. Suelen carecer de pelo, lo que les da un aspecto único y casi místico. También han dejado huella en la cultura popular: desde Dante, el alebrije de Coco, hasta el equipo de fútbol Xolos de Tijuana. Pero ¿qué hay detrás del misticismo que rodea a estos perros?

El Guía Espiritual: Un viaje al Mictlán

En la cosmovisión mexica, los xolos venían al mundo con una misión sagrada: guiar las almas de los difuntos a través del inframundo, el Mictlán.

El viaje incluía cruzar un río caudaloso llamado Chiconahuapan, donde el xolo juzgaba los actos de las almas. Si una persona había maltratado perros en vida, este se negaba a ayudarla, condenándola a vagar por la eternidad. En cambio, si había sido bondadosa, el perro la cargaba en su lomo para llevarla a salvo.

Por ello, los mexicas solían enterrar a sus perros junto a sus dueños, práctica que se ha encontrado en tumbas de Colima y otras regiones del occidente de México.

El Color del Guía:

El color del xolo era muy importante, decía que un xolo completamente negro era un guía experimentado que había completado muchos viajes. Uno blanco, en cambio, era joven e inmaduro. El gris representaba el equilibrio ideal entre ambos.

Xoloitzcuintle: Un Perro Creado por los Dioses

La palabra xoloitzcuintle proviene de la unión de Xólotl —dios del fuego y del relámpago, hermano gemelo de Quetzalcóatl y guía de las almas— y itzcuintli, que en náhuatl significa “perro”. Curiosamente, en la misma lengua, xólotl también puede significar “ser deformado” o “extraño”, lo que refuerza su aspecto singular.

Un perro Xoloitzcuintle cachorro sobre fondo naranja
Xoloitzcuintle Un xolo cachorro (Pinterest)

La ciencia detrás del xolo ¿Por qué son calvos?

Su apariencia única no es obra de los dioses, sino de la genética. El xolo carece de pelo debido a una mutación en el gen FOXI3, que provoca una displasia ectodérmica canina. Esta misma mutación afecta la dentición, por lo que muchos xolos sin pelo carecen de algunas piezas dentales.

En una misma camada pueden nacer cachorros con y sin pelo. El gen responsable de la falta de pelo es dominante, pero cuando se hereda doble, resulta letal; por eso, los xolos con pelo (que portan el gen recesivo) son esenciales para preservar la raza.

Además, su piel sin pelo ayuda a regular la temperatura corporal y ha sido asociada con propiedades curativas en la medicina tradicional.

El símbolo de una nación

Hoy, el xoloitzcuintle es un Símbolo Nacional y Patrimonio Cultural de la Ciudad de México (según lo proclamado en 2016 por el gobierno de la ciudad), y su imagen vive en el arte, las ofrendas y los altares del Día de Muertos, como recordatorio de que incluso en la muerte hay compañía.

Porque al final, la muerte —como la vida— solo se atraviesa completa junto a un alma leal.

Xoloitzcuintle Un perro Xoloitzcuincle a su llegada al Zócalo. (Daniel Augusto)

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