
Manifestarte es un derecho, pero cada vez que hay alguna confrontación, el gas lacrimógeno es la primera opción de las autoridades para repeler el ímpetu.
Si fuiste o alguien cerca de ti ha sido víctima de algún ataque con este gas, aquí te va una guía para protegerte y recuperarte lo más rápido posible.
Antes de salir a una marcha, prepárate
- Usa ropa cómoda y que cubra la mayor parte del cuerpo. Esto ayuda a reducir el contacto con las partículas irritantes
- Lleva protección para los ojos
- Utiliza protector solar
Lo que tienes que llevar en tu mochila
- Agua en una botella
- Identificación y contactos de emergencia
- Dinero en efectivo
- Medicinas necesarias: inhaladores, antialérgenos, etc.
- Cambio de ropa
- Un botiquín de primeros auxilios
¿Qué hacer si me rociaron con gas lacrimógeno?
- Aléjate lo más rápido que puedas, camina hacia un lugar con aire fresco y, si puedes, busca un punto alto: el gas CS suele concentrarse más cerca del suelo.
- Enjuaga tus ojos y cara con agua, evitando frotarte. Si no tienes agua salina, con agua potable está bien; no hay evidencia de que usar leche o bicarbonato sea mejor, según expertos.
- Quítate la ropa contaminada tan pronto puedas. Si son difíciles de quitar, córtalas para evitar esparcir el químico.
- Pon la ropa peligrosa en una bolsa de plástico, y luego esa bolsa dentro de otra, para que no contagies tus otros objetos.
- Báñate lo más pronto posible con agua fría. El agua caliente abre poros y puede empeorar la irritación.
Si después de media hora sigues con síntomas como ardor en los ojos o dificultades para respirar, busca atención médica.
Después de la exposición, cuida tu salud y tus derechos
Limpia tus cosas
- Las prendas que no estuvieron en contacto muy fuerte pueden lavarse, pero con las más contaminadas hay que tener paciencia: algunas partículas pueden permanecer activas incluso por días.
Monitorea tus síntomas
- El gas lacrimógeno puede causar irritación en ojos, piel y vías respiratorias.
- También puede haber síntomas más graves si la exposición ha sido fuerte o recurrente: problemas pulmonares, dolor o quemaduras.
Defiende tus derechos
- Si sientes que hubo un uso excesivo de fuerza o violación de derechos, documenta.
- Busca organizaciones que defiendan derechos humanos: saber qué hacer tras una agresión legal es tan importante como proteger tu cuerpo