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Investigadores desarrollaron una estrategia que impulsa el uso de plantas medicinales para el cuidado de la salud

UAEH recupera saberes ancestrales para cuidar la salud

UAEH Claudia Izbeth Dimas Reséndiz, José Arias Rico, Esther Ramírez Moreno y Zacnicté Olguín Hernández aplicando el jardín botánico medicinal en una escuela de la zona Metropolitana de Pachuca. (Carlos Martínez y Archivo UAEH)

En la actualidad, el uso excesivo de dispositivos electrónicos, las rutinas, el estrés cotidiano, la inseguridad social y la escasa interacción con la naturaleza han favorecido el incremento de enfermedades respiratorias y gastrointestinales, así como los entornos obesogénicos, ante ello, el uso de plantas medicinales ofrece una alternativa de atención primaria a la salud, al mismo tiempo que fomenta el contacto con el medio ambiente y rescata los saberes ancestrales.

Desde la época prehispánica los pueblos originarios utilizaban plantas para aliviar los síntomas de diversas enfermedades, estas especies de uso curativo eran cultivadas en los jardines botánicos de la Gran Tenochtitlán y en el bosque de Chapultepec. Hoy en día, transmitir ese conocimiento representa la generación de una sociedad más consciente, saludable y respetuosa con el medio ambiente.

Por ello, Claudia Izbeth Dimas Reséndiz, José Arias Rico, Esther Ramírez Moreno y Zacnicté Olguín Hernández, docentes del Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), crearon un espacio de aprendizaje para las infancias a partir del estudio de las propiedades de plantas como la manzanilla, hierbabuena y vaporub, por mencionar algunas.

Jardín botánico medicinal como lugar de experimentación

En un contexto donde el uso desmedido de medicamentos ha incrementado, Dimas Reséndiz, egresada de la Maestría en Salud Pública de la UAEH, identificó la necesidad de visibilizar alternativas naturales para la prevención y el tratamiento de malestares físicos. Este fue el motivo por el cual aplicó una estrategia didáctica de atención primaria a la salud en una población escolar de Pachuca de Soto, con la cual elaboró una tesis.

Junto a los profesores investigadores Arias Rico, Ramírez Moreno y Olguín Hernández, planteó la creación de un jardín botánico con el objetivo de preservar, estudiar y brindar conocimiento acerca de las plantas medicinales, que divirtió y sorprendió a los estudiantes de una escuela primaria de la zona metropolitana, quienes participaron en su desarrollo.

Conociendo las especies, propiedades y aportes medicinales

Acompañados por los investigadores, las y los niños conocieron los nombres, características físicas, propiedades, modo de preparación y dosis de las diferentes especies, además las cultivaron y consumieron en infusiones. Por ejemplo, flores de bugambilia y hojas de eucalipto que sirven para tratar síntomas propios de enfermedades del sistema respiratorio, estas infusiones logran hidratar el cuerpo humano.

Sembraron vaporub, característico por su olor y propiedades antiinflamatorias que pueden ser aprovechadas como chiqueadores, es decir, mediante su colocación en las sienes.

Las y los expertos explicaron que existen dos especies que comúnmente son utilizadas como condimentos en la cocina tradicional, se trata del tomillo y el orégano, cuyos tés reducen la tos y la sensación de picazón en la garganta, además de contener características que disminuyen las reacciones alérgicas.

Para atender las afecciones digestivas, los investigadores presentaron plantas como la manzanilla, la menta, la hierbabuena y la ruda, que ayudan a erradicar los cólicos y la distensión, así como a regular el movimiento natural del sistema que en ocasiones puede verse afectado por estados de estrés, causando dolor y sensación de extrema plenitud.

Otras formas de utilizar las especies medicinales son las esencias utilizadas en la aromaterapia; las cápsulas de hojas secas trituradas cuyo proceso es tardado y complejo, pero práctico para las zonas urbanas; o la cataplasma, es decir, una pasta de la planta machacada que se utiliza sobre la zona inflamada.

¿Son una mejor alternativa ante los medicamentos?

Las plantas contienen concentraciones muy bajas de los compuestos que contribuyen a la disminución de síntomas, lo cual, en una cantidad y con un uso adecuado no genera reacciones adversas como la mayoría de medicamentos. Arias Rico explicó que para elaborar medicamentos se extraen sustancias químicas con efectos terapéuticos provenientes de las especies vegetales.

Sin embargo, el abuso de fármacos, como los antibióticos, ha ocasionado un problema de salud pública, debido a que el cuerpo humano ha generado resistencias a virus y bacterias, por ello los investigadores Garza buscan promover e incentivar al uso de plantas medicinales como alternativa de prevención y coadyuvantes para ciertas enfermedades.

A pesar de que las especies utilizadas son comunes en la gastronomía, en la actualidad los conocimientos acerca de sus características que benefician la salud se están perdiendo, pues ya no son heredados de manera generacional. En este sentido, el jardín botánico medicinal representó una oportunidad para preservar esta valiosa información.

Todas y todos pueden hacer un jardín medicinal

Los docentes Garza destacaron que desde niñas y niños hasta adolescentes y personas adultas mayores pueden crear su propio jardín botánico medicinal, pues solo se requiere de espacio para que las plantas crezcan, como una maceta, caja o botella de plástico reciclado; tierra nutrida con composta de cáscaras de fruta; agua y exposición a la luz solar.

De esta forma, la creación de un jardín medicinal no solo acerca a las personas al uso responsable de las plantas, sino que permite rescatar y transmitir los conocimientos que durante generaciones han formado parte de nuestra cultura. Al elaborar, cuidar y aprovechar estos espacios, quienes participan se convierten en un vínculo que mantiene vivo el efecto positivo de la medicina tradicional.

Los investigadores Garza planean que el proyecto se replique en más centros educativos, además, se encuentran trabajando en otros ejes como un huerto de hortalizas donde se evalúen sus propiedades antioxidantes.

Mediante este proyecto desarrollado por Dimas Reséndiz, Arias Rico, Ramírez Moreno y Olguín Hernández, la máxima casa de estudios del estado de Hidalgo reafirma su compromiso con la preservación del conocimiento, la promoción de la salud y la formación integral de las nuevas generaciones.

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