
Alrededor del 45 por ciento de la población mexicana tiene algún trastorno del sueño y cerca del 30 por ciento de hombres ronca y puede padecer apnea del sueño: trastorno donde la respiración se interrumpe o se hace muy superficial, señalaron especialistas de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Ulises Jiménez Correa, director de la clínica, dijo que las personas con enfermedades metabólicas, obesidad, hipertensión y diabetes, tienen mayor riesgo de generar este padecimiento. Esto genera un círculo vicioso, puesto que la falta de sueño agudiza estas enfermedades.
Durante un recorrido por la clínica ubicada en el Hospital General de México, la cual cumple su 20 aniversario, Romel Gutiérrez, jefe del Laboratorio del sueño de esas instalaciones, refirió que alrededor del 80 por ciento de las consultas que atienden se relacionan con este padecimiento, debido al incremento de personas con obesidad que, entre otros motivos, desarrollan grasa en el cuello, lo cual causa dificultades respiratorias.
“Las personas con este padecimiento siempre están cansados y no pueden bajar de peso, muchas veces porque no duermen bien y, por ello, dejan de secretar las hormonas de saciedad que actúan en el sueño”.
La apnea del sueño primaria, explicó, no tiene ninguna causa aparente, aunque se asocia a estrés o problemas emocionales, entre otros. Al igual que otros trastornos, como el insomnio, tienen tratamientos conductuales que ayudan a los pacientes a conciliar el sueño.
Pero la apnea del sueño secundaria, crónica y generada por problemas como la obesidad, añadió, provocan anormalidades en la respiración, así como movimientos y contracciones musculares involuntarios. Esto propicia a su vez despertares continuos en la noche y, a su vez, mala calidad del sueño, malestar y cansancio.
El especialista puntualizó que en la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM realizan estudios a personas que sufren este tipo de padecimientos. Los expertos analizan primero si los tratamientos conductuales son suficientes para superar el malestar, de lo contrario, llevan a cabo un estudio del caso. El paciente duerme en una de sus cuatro habitaciones; a lo largo de la noche, se monitorea su actividad —los análisis incluyen encefalogramas, revisión cardiaca y respiratoria, entre otros— para identificar información importante para el diagnóstico.
Si bien, antes de realizar el diagnóstico completo los expertos saben que se trata de una apnea del sueño, deben especificar los detalles, como si la afectación respiratoria es leve o severa, si el ronquido es nasal u oral y otras características que generarán un diagnóstico, tratamiento e incluso justificación de si es necesaria una intervención quirúrgica o no, explicó Romel Gutiérrez. “El tratamiento dependerá del resultado del análisis”.
Por su parte, Jiménez Correa refirió que existen casi 100 trastornos del sueño, de los cuales gran parte son de tipo respiratorio. Hay otros como el insomnio que puede tener desde soluciones conductuales hasta farmacológicas.
Refirió además que en 2017, la clínica atendió a cinco mil 500 pacientes y realizó mil 700 estudios del sueño. Agregó que no existe mucha información sobre el desarrollo de los trastornos del sueño, puesto que hace tan sólo un par de décadas no tenían la atención necesaria, ni siquiera por parte de los mismos médicos. “Hoy en día, se sabe que la mala calidad del sueño genera diversos problemas crónicos y disminuye la calidad de vida”.
Como parte de los festejos por el 20 aniversario de la clínica, la Lotería Nacional para la Asistencia Pública emitirá un billete conmemorativo para el sorteo del próximo 14 de marzo. Además, se ofrecerá un concierto en la sala Nezahualcóyotl la noche del 17 de marzo. En suma a estos eventos, el viernes 16 de marzo se realizará el Simposio Internacional de Trastornos del Sueño, en el auditorio Raoul Fournier de la Facultad de Medicina.
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