Björk y Rosalía cantan contra las granjas de salmón contaminantes
Björk y Rosalía dedican las regalías de su nueva canción, "Oral", en el combate de granjas de salmón en Islandia, pero visibilizan un problema que es global
crisis Medioambiental
“Is that the right thing to do?” (¿Es eso lo correcto?), dice el coro de “Oral”, canción inédita que la artista islandesa Björk escribió hace 25 años y que en 2023 es reinterpretada y reimaginada por la española Rosalía. El lanzamiento final de esta pieza (21 de noviembre) homologa la voz de una Björk que tenía cerca de la edad de su actual colaboradora, una voz que se alza por una motivación medioambiental, activismo que corresponde al más puro estilo de la islandesa, a través del arte y la música.
La pieza aparece casi como apéndice de su más reciente álbum, “Fossora”, así como de sus más recientes LP, en los que expresa su preocupación por el decaimiento del medio ambiente. Esta vez, dio un paso más y materializó “Oral” junto con Rosalía para otorgar las regalías en el combate de un problema ambiental que podría parecer lejano sólo hasta que nos preguntemos ¿de dónde viene este salmón?, ¿de dónde vienen estos peces que llegan a la mesa o al supermercado?, ¿cómo producimos nuestros alimentos?, y, en resonancia con “Oral”, ¿es eso lo correcto?
“La cría industrial de salmón en corrales abiertos es terrible para el medio ambiente. El salmón producido en estas granjas sufre inmensamente y causa graves daños a nuestro planeta. Esta es una forma extraordinariamente cruel de preparar comida”, escribe la islandesa en sus redes. La lucha contra esta industria “es parte de la lucha por el futuro del planeta”.
">i am so happy to announce the release of "oral" a single with @rosalia , tomorrow 21st of november
— björk (@bjork) November 20, 2023
the profits will all go to stop open net pen fish farming in iceland.
this is a 25 year old song of mine i wrote and programmed inspired by a dancehall beat (the grandmother of… pic.twitter.com/I9FyKGpcVC
PROBLEMA AMBIENTAL.
El sistema de acuacultura de corrales de red abierta (“open net-pen farms”) se ubican en áreas a lo largo de la costa donde pueden aprovechar las corrientes oceánicas para suministrar oxígeno a sus peces y dispersar sus desechos, todo sin costo para la industria, señala la organización Living Oceans. “Pero estas operaciones tienen costos para el océano que se extienden desde la superficie hasta el fondo marino. Los productos de desecho (heces y alimento) del salmón en estas granjas se liberan directamente al agua circundante y se depositan en el fondo del mar”.
Estos desechos pueden cambiar la composición química y la diversidad biológica del fondo marino alrededor de los corrales, explica. “Se ha descubierto que los peces de roca silvestres que se congregan cerca de las granjas de salmón tienen niveles más altos de mercurio que sus parientes alejados de las granjas”.
El informe “Open net salmon farming”, de la organización internacional WildFish, enfatiza que, a medida que surge más información, la evidencia se ha vuelto cada vez más clara: el cultivo de salmón tiene un impacto negativo significativo en la naturaleza, los peces y su entorno.
Así como el hacinamiento de aves de corral provoca enfermedades, lo mismo ocurre con el de estos peces, advierten. “La evidencia creciente demuestra que las granjas de salmón actúan como reservorios de enfermedades que causan infecciones en el salmón salvaje y en otros peces salvajes”.
Entre las amenazas de estas granjas se encuentran los peces que alcanzan a escapar y pueden impactar el entorno, además de que estos tienen una población mucho mayor que la silvestre, que podría ser desplazada, señala el documento. Este tendrá un gran impacto ecológico no sólo en las especies de salmón silvestre, sino en otras especies marinas vulnerables a las enfermedades “cultivadas” en las granjas, generando un gran riesgo en toda la vida marina.
“La industria del salmón ha intentado desarrollar tecnologías y métodos novedosos para reducir los numerosos daños conocidos”, concluye el informe, pero siempre tendrá un impacto negativo un sistema que depende de la recolección a gran escala de recursos marinos para sustentar la producción de un pez carnívoro, en condiciones que se sabe que facilitan los brotes de parásitos y enfermedades, con daños que luego se propagan fácilmente al medio ambiente en general y costo para los peces silvestres y su entorno más amplio.
Uno de los desafíos ambientales más graves para el norte en este siglo es la acidez del océano, escribió Björk. “En cinco años, las pisciculturas noruegas en mar abierto de las empresas MOWI y SalMar ya han dañado grandes áreas de nuestros fiordos, tanto de vida marina como de animales y plantas, lo que se atribuirá a ello”.
No obstante, aún es posible revertir esta debacle ambiental, añade, no sólo desde el discurso romántico y desde los intentos por pausar brevemente el capitalismo en la industria musical, sino desde acciones legales como las que llevan a cabo ya en Islandia. “Nuestros casos legales sobre biodiversidad, crueldad hacia los animales y más podrían convertirse en casos ejemplares en todo el mundo”.
VIRUS DE ARN DETECTADOS
Investigadores de la Universidad de Columbia Británica (UBC) han identificado más de 30 virus de ARN previamente desconocidos en piojos de mar. Columbia Británica, en Canadá, es la única región en el Pacífico de Norte América donde se permiten las granjas de corrales abiertos.
Los piojos de mar son copépodos (pequeños crustáceos) parásitos que se encuentran en muchos hábitats de agua dulce y salada y han sido implicados en la disminución de las poblaciones de salmón salvaje. La investigación arroja más luz sobre los tipos de virus que transportan los piojos de mar y cómo interactúan los virus y el huésped.
Los datos se obtuvieron de piojos de mar extraídos de salmones juveniles migratorios recolectados en las aguas que rodean las islas Discovery y el archipiélago de Broughton en el lado noreste de la isla de Vancouver, así como de salmones de piscifactoría en Chile.