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El tapir, un vecino poco conocido

El tapir o danta es una especie muy importante para los bosques tropicales

Therya ixmana

Un tapir.

Un tapir.

El Tsíimin, (tapir, Tapirella bairdii) que en maya significa caballo de monte, vaga libre por la Selva Maya desde hace mucho tiempo, con apariencia de elefante, cuerpo de burro y pariente del caballo, vive entre nosotros, pero poco sabemos sobre él.

En ocasiones al caminar por la selva se escucha un sonido fuerte al quebrarse las ramas, como el de un tractor que abre su camino entre la maleza. Si tenemos algo de suerte podremos ver una sombra de color café oscuro que se pierde a lo lejos, corriendo por debajo del dosel a la sombra de los chicozapotes, o de algún otro árbol frutal. Sin embargo, pocas veces logramos identificar qué animal fue el que escuchamos, estos eventos han alimentado la imaginación de muchas personas en el sureste de México, pues se cuentan historias de un animal muy grande y fuerte que corre entre la maleza aplastando todo a su paso, tanto que en algunos lugares en épocas prehispánicas existía la leyenda que usar correas hechas con el cuero de este animal transmitía una fuerza sobrenatural, y con el polvo de sus pezuñas se hacía una infusión que podría curar enfermedades cardiacas y hasta detener las hemorragias.

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Muy pocas veces se puede identificar que dichos eventos son causados por uno de los animales más tímidos y sigilosos, pero a la vez más grande de todos los bosques tropicales americanos, se trata del tapir centroamericano (Tapirella bairdii), el mamífero terrestre más grande de Latinoamérica. Es un animal robusto, que a los ojos de cualquier persona parece un cerdo grande o un burro mediano, y que cuenta con un rostro particular, con una nariz larga que nos recuerda a un pequeño elefante. El tapir es parte de un grupo de herbívoros llamados perisodáctilos, entre los que se incluye a los caballos, asnos, cebras, y los rinocerontes, todos ungulados con dedos impares.

Fernando M. Contreras-Moreno.

Fernando M. Contreras-Moreno.

El tapir o danta como se le conoce localmente, es una especie muy importante para los bosques tropicales. Es considerado un “jardinero de la selva” porque consume una gran cantidad de semillas, las cuales dispersa a través de sus heces, fomentando la germinación de plantas a lo largo del bosque y la consecuente regeneración de varias especies de árboles. El tapir tiene una estrecha relación con zonas húmedas, ya que requiere consumir una gran cantidad de agua, principalmente durante la temporada de sequía (alcanzando temperaturas hasta de 40 °C), razón por la cual visita los cuerpos de agua regularmente. El agua le ayuda a digerir la fibra que consume, además de refrescarse y bajar su temperatura corporal, por lo que es relativamente común encontrar algunos individuos dentro de cuerpos de agua en el interior de la selva, sobre todo en la época de secas.

El tapir, a pesar de ser un animal grande, es poco conocido por las personas, debido a sus hábitos tímidos y sigilosos lo que lo hace un animal críptico, muy difícil de ver en zonas pobladas. Sin embargo, en los últimos años se ha hecho cada vez más evidente que la relación entre los tapires y los pobladores rurales es más estrecha de lo que sabíamos. Por ejemplo, en la región de Calakmul en el sureño estado de Campeche, México, los campesinos que pasan gran parte de su tiempo en el campo atendiendo una variedad de tareas productivas (ej. la ganadería, la agricultura, la forestería o la apicultura) en ocasiones escuchan o ven a este gran mamífero cuando camina por sus terrenos. Si bien los tapires naturalmente evitan la presencia de las personas, en ocasiones podemos verlos. Por ejemplo, cuando visitan los campos de cultivo conocidos como “milpas”, donde van para comer plántulas de maíz, frijol, calabaza y camote, lo que ocasionalmente provoca el enojo de los agricultores que pueden tomar represalias como asustarlos o hasta cazarlos.

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La región de Calakmul, es una región contrastante donde en la época de secas existe una gran escasez de agua superficial. En esta época se ha documentado que los tapires, en la búsqueda de agua para beber, toman riesgos mayores y se acercan aún más a los poblados, toman agua de los apiarios (sitio donde se crían y cultivan abejas en un conjunto de colmenas), se adentran en los potreros del ganado para tomar de los bebederos y jagüeyes (zanjas en el suelo, creadas artificialmente para captar agua) del ganado, y en situaciones extremas (como sucedió en la época de secas del año 2019), salen de la selva e irrumpen en las carreteras y entran a los poblados en búsqueda de cualquier fuente de agua que pueda salvarles la vida. La relación que existe entre los tapires y los apicultores es un tanto particular, los tapires en su afán por saciar su sed se introducen en los apiarios, y una vez ahí toman el agua que se coloca para evitar que las hormigas suban a las colmenas, derraman los contenedores que los productores colocan, y llegan a tropezar y a tirar las cajas con las colmenas de abejas. Lo anterior provoca un gran enojo en los apicultores, que en ocasiones se torna en un conflicto en el que los tapires resultan perjudicados.

Todas estas situaciones describen la estrecha relación de los humanos, sobre todo los campesinos, con los tapires y la necesidad de construir una relación respetuosa donde en caso de existir daños a los cultivos o apiarios se evite lastimar o eliminar a los tapires. Además de la situación comentada, el tapir centroamericano se encuentra amenazado por tener una tasa reproductiva muy baja, es decir, nacen muy pocos tapires, y porque sus poblaciones se han reducido considerablemente en los últimos años. Es una especie que ha sido clasificada En Peligro de acuerdo a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés), lo que significa que enfrenta un riesgo de extinción muy alto. Se debe prestar atención también para asegurar que exista acceso libre de los tapires a fuentes de agua, ya sean naturales o construidos por el hombre y para tener un protocolo de atención a animales deshidratados o desnutridos que se acercan a los poblados o a la carretera. A partir los eventos de 2019, diversas organizaciones en colaboración con la Reserva de la Biosfera Calakmul, han trabajado en la creación y puesta en marcha de un protocolo y una ruta crítica para mejorar la atención y el rescate de estos hermosos animales, y garantizar su bienestar.

Conservar el tapir es asegurar que la selva se regenere, que se continúe con la dispersión de semillas de los árboles frutales y que la selva siga proporcionando los servicios que el humano necesita como oxígeno y agua limpia.

Al proteger al tapir centroamericano, conservaremos a nuestro más grande y tímido vecino y aseguraremos una respetuosa relación con la vida silvestre para el bien de las generaciones futuras.

Therya ixmana 1(2):36-37

https://mastozoologiamexicana.com/

1. World Wildlife Fund Inc-México. Calakmul, Campeche, México. fernandom28@hotmail.com

2. El Colegio de la Frontera Sur. San Francisco de Campeche, Campeche, México. rreyna@ecosur.mx

3. Reserva de la Biosfera Calakmul/CONANP, Calakmul, Campeche, México. mendez.blue93@hotmail.com

4. Reserva de la Biosfera Los Petenes/CONANP, San Francisco de Campeche, Campeche, México. davidenri62@hotmail.com

*Autor de correspondencia