Cultura

El libro de Sebastian y Gerardo Herrera Corral es una travesía para conocer por medio del arte la mecánica cuántica

“Cuántica” o cuando un físico se adentra en la mirada de un artista

FIL de Guadalajara Gerardo Herrera Corral, Sebastian y José Gordon presentaron el volumen en la FIL de Guadalajara.

“Cuántica” (Sexto Piso, 2025) es un libro distinto porque junta ciencia y arte a partir de una verdadera comunicación entre ambas disciplinas: el físico, divulgador y Premio Crónica Gerardo Herrera Corral da voz a las estructuras creadas por el artista Sebastian (Enrique Carbajal), a la vez que explica algunos conceptos fundamentales de la mecánica cuántica.

“Los conceptos de la mecánica cuántica que tocamos son conceptos que están de alguna manera en boga, que están en el mercado y que se están discutiendo: entrelazamiento cuántico es hoy en día nota de periódicos e inquietud de mucha gente, el universo participativo -un capítulo un poco árido, pero yo lo recomiendo muchísimo porque es estrujante- y temas como el gato de Schrödinger, entropía, computadoras cuánticas, la forma que tienen los átomos, que esperamos sean accesibles a todo mundo y que tengan alguna inspiración de lo que es la mecánica cuántica”, invitó Gerardo Herrera Corral.

Frente a una nutrida audiencia que acudió a la presentación de este libro en la 39° Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, bajo la moderación del escritor y periodista cultural José “Pepe” Gordon, los autores compartieron algunas anécdotas del proceso de diálogo y proyectos que condujeron a esta publicación.

LOS TRES AMIGOS

Entró un día Sebastian por las puertas de la Fundación que lleva su nombre y antes de llegar a donde Pepe y Gerardo lo esperaban sentados les lanzó a grandes voces: “DAME UN NÚMERO”.

“Porque yo siempre trabajo con matemáticas, con el espacio multidimensional y decía quiero un número para mi compás. Y me dice: ya está, 137. Total, este número me sirvió para trazar mis primeros bocetos, fui trazando, desarrollando y llegó un momento en mi razón numérica proporcional en que llegué a la divina proporción. Entonces me sentí genial, dije soy un genio, llegué del número cuántico a la proporción áurea, trazando todo”, relató Sebastian

“Y entonces le digo, paisano, te quiero comunicar una cosa, mira. Y me dice ‘sí, suele suceder’, y entonces ya dije no, no soy genial, pero bueno, llegué yo solo a la conclusión”, remató entre risas del público.

Con fotos y explicaciones profundas pero comprensibles, este libro permite asociar las ideas más desconcertantes de la ciencia en nuestros días con la obra del artista monumental Sebastian, autor de cubos Transformables y del polémico “Caballito” (Av Reforma) que da rostro a la CDMX, entre muchas otras piezas en espacio público e instituciones.

¿Cómo un físico se adentra en la mirada de un artista? es una pregunta que se suma a las paradojas de la naturaleza, pues desde la irrupción de la mecánica cuántica parece que la observación crea la realidad: “si una partícula es observada en un determinado experimento es partícula, pero si está observada con otro experimento se comporta de manera ondulatoria. Y la pregunta es ¿qué onda? ¿Es onda o es partícula?”, señaló José Gordon a manera introductoria.

“Gerardo contrapone las hermosas imágenes de Sebastian, sus bocetos y la lectura de la obra de Sebastian para ver, por ejemplo, cómo sus esculturas pueden tener una cara ondulatoria y otra pueden tener otra cara corpuscular”, ejemplificó.

De modo que las piezas de Sebastian ilustran ideas que parecen contradictorias, pero que a través del arte encuentran una representación concreta, tangible, escultórica.

“El rasgo distintivo de Sebastian, desde mi punto de vista, es que él ha tenido siempre un discurso científico, siempre ha tenido una inquietud geométrica, topológica en su obra y ha tenido un interés enorme por la mecánica cuántica. Es, de hecho, como nace este libro, con conversaciones a raíz de la mecánica cuántica”, detalló Gerardo Herrera Corral.

En ese sentido, Gerardo destacó una conexión entre creación escultórica y teoría cuántica, preexistente a su amistad con el escultor, cuando reconoció el concepto de tiempo en una pieza “bastante vieja” de Sebastian.

“Un personaje me dijo ‘quiero que me diseñes un reloj’ y empecé a pensar en espacio, tiempo, en multidimensiones, cómo hacer sentir un reloj, cómo hacer sentir el tiempo, cómo sucede y cómo se desarrolla y entonces hice una pieza que para mí es un desarrollo del espacio-tiempo. Se la presenté al cliente y me dijo: no, yo no quiero una escultura de Sebastian, yo quiero un reloj”, compartió el escultor.

Su reacción en ese entonces fue hacer el encargo y guardar la obra que denominó Tiempo, hasta que alguien más se la compró.

“Y pasó el tiempo y después de que ya había trabajado muchas cosas de tipo matemático y había publicado algunas cosas, él [Gerardo] las vio y me dijo vamos a trabajar, vamos a hacer un libro. Me dijo descubrí esta pieza y me empezó a narrar lo que yo concebí, como yo la pensé. Yo dije: es el primer tipo que entiende lo que yo pensé e hice, es genial, dije yo”, continuó.

“Pero a mí me dio más gusto porque dije pues yo también las comprendo, lo planteé bien, él me dio la razón y me dio mucho gusto”, añadió Sebastian.

UNA TEORÍA DESCONCERTANTE

A 100 años de los trabajos de Werner Heisenberg (1925) y Erwin Schrödinger (quien formuló su famosa ecuación en 1926), el 2025 fue declarado Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuánticas (AIQ), dedicado a “aumentar la conciencia pública sobre la importancia de la ciencia cuántica y sus aplicaciones”, de acuerdo con la proclamación del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, liderada por México.

De modo que la publicación de “Cuántica. El sinuoso sendero a la realidad”, apoyada por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y Fundación Sebastián, se enmarca en esta efeméride y expresa cómo un científico y un artista “han encontrado en la contraparte de sus quehaceres respectivos, fascinación e inspiración”.

“Aquí se puede apreciar lo que significa la mirada del físico sobre una geometría emocional y lo que pueden llegar a ver los ojos de un artista en los objetos de estudio de la mecánica cuántica”, describe la contraportada del libro, que integra el catálogo de Arte de la editorial Sexto Piso.

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