Cultura

Emilio García Wehbi: “Las personas en situación de calle son invisibles porque consideramos que son parte de la lógica del capital”

El capitalismo es así: para que nosotros podamos estar acá conversando, debe haber ahora alguien tirado en la calle, añade el creador del Proyecto Filoctetes, que se puede visitar hasta el 20 de agosto en el Museo del Chopo

Durante 8 horas, un  muñeco que asemejaba una persona en situación de calle podía cambiar de posición, si es o no identificado.

Durante 8 horas, un muñeco que asemejaba una persona en situación de calle podía cambiar de posición, si es o no identificado.

Antes de que la gente saliera a trabajar, un día del 2002, en Viena, los artistas Emilio García Wehbi y Maricel Álvarez salieron junto con otros 75 participantes a colocar 25 muñecos de látex, de talla y forma humana, en puntos estratégicos de las calles.

Durante 8 horas, el muñeco que asemejaba una persona en situación de calle podía cambiar de posición, en función de ser advertido o no por los transeúntes, bajo una consigna de sutileza en su revisibilización.

“No había que ser efectista y tirarlo de un auto o ponerlo en un charco de sangre, sino que fuera subiendo levemente, hasta volver a hacer visible ese sujeto que no vemos porque consideramos parte de la lógica del capital”, detalla Emilio García Wehbi, creador y coordinador del Proyecto Filoctetes.

“El capitalismo es así: para que nosotros podamos estar acá conversando, debe haber ahora alguien tirado en la calle. Es la lógica del mercado que asumimos como imposible de modificar”, expresa sentado en la cafetería del Museo Universitario del Chopo.

Esta fue la reflexión del artista, que hace 20 años dio origen al Archivo Filoctetes, de cuyo acervo se exhiben videos, fotografías, permisos legales y un par de muñecos supervivientes que documentan las cuatro intervenciones en calle y sucesivas mesas redondas realizadas entre 2002 y 2007 en Viena, Berlín, Buenos Aires y Cracovia.

Se pueden visitar desde la semana pasada y hasta el 20 de agosto, en el recinto ubicado en la calle Dr. Enrique González Martínez 10 (Sta María la Ribera, cerca del MB El Chopo).

“Empezó en Buenos Aires a verse el habitante de calle, cerca del año 2000. Después, en diciembre del 2001 hubo el estallido socioeconómico que produjo la expulsión de gente a los márgenes de la vida”, recuerda el artista. Sin embargo, en ese momento no consiguió presupuesto para realizar su proyecto en Argentina.

Emilio consiguió una invitación para realizarlo en Viena y, cuando regresaron de Europa, con la respectiva acreditación que esta presentación les dio ante los ojos colonialistas de quienes otorgan los permisos y apoyos, pudieron finalmente realizarlo en Buenos Aires.

LA EXPERIENCIA ARTISTICA.

“No es sólo poner al muñeco, sino documentar las reacciones o no-reacciones entre transeúnte y muñeco; recuperar material visual, sonoro, testimonial en video y fotografías; y copiarlo para generar un archivo del que ahora se exhibe una parte, curada por Maricel Álvarez, responsable de documentar las experiencias desde el principio”, ahonda el artista Emilio García Wehbi.

En entrevista sobre el proyecto, Emilio explica que el Archivo Filoctetes reúne alrededor de 1,800 fotografías y muchos otros testimonios sobre las cuatro intervenciones urbanas, así como los archivos de distintos medios impresos y digitales, que a su vez realizaron registros audiovisuales o escritos, y otras colaboraciones de artistas contemporáneos quienes han creado obra a partir de este archivo.

“Toda la documentación que emana del proyecto y del archivo se incorpora al archivo. Esta nota la incorporaremos también”, añade.

Originalmente, el proyecto lo desarrollaron Emilio (creador y gestor); Maricela Álvarez (responsable de la documentación) y otros dos artistas que hicieron los 25 muñecos y viajaron con ellos a los cuatro lugares entre 2002 y 2007, pero que no continuaron en el proyecto después.

Hace 20 años dio origen  al Archivo Filoctetes, de cuyo acervo se exhiben videos, fotografías, permisos legales y un par de muñecos supervivientes en el Museo del Chopo.

Hace 20 años dio origen al Archivo Filoctetes, de cuyo acervo se exhiben videos, fotografías, permisos legales y un par de muñecos supervivientes en el Museo del Chopo.

Por cuestiones de espacio y traslado, actualmente, en el Museo Universitario del Chopo se exhiben una muestra reducida del Archivo y habrá activaciones (visita guiada +dialogo con Emilio García Wehbi) los sábados 12 y 19 y domingos 13 y 20 de agosto, a las 17:00 horas.

“Son cuatro videos, uno por ciudad. Según el cálculo de la curadora, Maricel, hay 80 horas de grabación en bruto. Acá, cada video debe tener, más o menos, 20 minutos. Durante las activaciones se pasa un video de 13 o 15 minutos que tiene registro de lo que hizo la TV”

-¿Es esto experimento social o instalación artística?

“Instalación artística. Nunca busca tener incidencia directa en lo social o político, pero toca temas que rebotan en el quehacer y pensamiento social. Yo siempre definiendo como una experiencia artística, el uso de muñecos para que la categoría metafórica no desaparezca”, responde el artista, sin titubeos.

“No hay un a priori, ni idea de experimentación o de hipótesis para ver si se cumple o no, sino un gesto artístico. Todo lo que se hace en vía pública debe estar controlado y organizado de tal modo que no salga de los márgenes de lo que el poder considera adecuado. Esa recuperación del espacio con un gesto artístico tiene fundamentación en el pensamiento social, pero no busca transformar ni ser herramienta de otra cosa”, continúa.

Uno de los elementos importantes que para Emilio diferencian este proyecto de un experimento social es la falta de criterios para evaluar la ética de la gente o medir un resultado previsto. Para él se trata de generar reflexión social a partir de la experiencia artística.

-¿Qué diferencias y factores hubo en común en las cuatro locaciones?

“La gente con capacidad disminuida en el espacio público se identificaban: gente de calle, gente discapacitada y los ancianos se identificaban con la experiencia, esa gente que siente el espacio público como lugar hostil por su condición”, indica Emilio sobre la demografía de personas que reaccionaron ante los muñecos en las distintas partes del mundo.

En algunos lugares incluso hubo quienes decidieron participar en la experiencia -acomodaron muñecos y cuidaban que no los corrieran- y en las mesas de discusión en Buenos Aires participaron dos grupos de personas de la calle, uno que decía estar a favor de la experiencia y otro en contra “porque sentían que de alguna manera se les utilizaba como medio, un objeto de pornomiseria”.

Emilio también observa que en algunos lugares el punto de visibilidad del muñeco era más radical que en otros. Por ejemplo, en Buenos Aires tuvieron que utilizar vomito falso y sangre falsa para que la gente se detuviera. “O al menos algunos porque el 80% de la gente no se detiene. En los 4 lugares que se hizo el común denominador es que la gente sigue de largo”.

“Después hay características visibles que tienen que ver con la naturaleza cultural de cada país” agrega. Mientras que en Buenos Aires la gente tocaba los muñecos, en Europa la distancia estaba intermediada por el celular con el que llamaban a servicios de auxilio y movilización.

Cuando los participantes del proyecto preguntaban a los transeúntes sobre corroborar primero si la persona estaba bien, antes de llamar a alguien, respondían que pagan altísimos impuestos para que un trabajador del estado lo haga.

¿QUIÉN ES EL ARTISTA Y EN QUE TRABAJA ACTUALMENTE?

Al artista multidisciplinario, Emilio García Wehbi se le puede encontrar en Wikipedia. Estudió hasta la secundaria y después de eso ha sido perfomer, escritor, dramaturgo, músico entre otras cosas que aprendió de manera autodidacta.

“Reivindico la condición liberada del aprendizaje, es un acto de voluntad y no un acto de imposición. No me interesa lo institucional y yo he sido un gran aprendiz a pesar de no terminar la secundaria siquiera”, puntualiza.

Próximamente, el 8 de septiembre Emiliano García Wehbi presentará en Argentina una lectura performática de sus sueños, que ha registrado diario desde hace un año.

“Empecé el 27 de marzo y acaba el 27 de marzo del año que viene. Yo sueño mucho, tengo muchos sueños y estoy transcribiendo eso. Llevo 140 y pico de sueños, uno por día de los cuales he extraído 60, los he reducido a un minuto y voy a ir leyéndolos durante un minuto cada uno”, adelanta.

Actualmente, el artista ya no trabaja en el espacio público, esencialmente por los niveles de hostilidad y de indiferencia que implica. De hecho, las intervenciones registradas por Archivo Filoctetes fueron de los últimos que llevó a cabo en la calle.

“Tendría que revisar mi propio archivo para asegurártelo, pero creo que sí fue lo último que hice, el 2007 en Cracovia. Ya el espacio público no me incentiva, no encuentro aliciente por esto que decía la indiferencia, la sociedad de control, la falta de permiso, los niveles de violencia y que hay que desatar un nivel de violencia mayor para contrarrestar esos niveles de violencia existentes. No sé si quiero trabajar en esa en esa categoría en donde de algún modo se diluye la metáfora los niveles de radicalidad”.

Para más información sobre el proyecto ingresa al sitio web oficial www.archivofiloctetes.com.ar; y redes sociales del artista @garcíawehbi.