Cultura

Narran la historia de la Orquesta Sinfónica Nacional mediante exposición

Sus pasos inician a fines del siglo XIX y tuvo de mecenas a Antonieta Rivas Mercado, Beatriz Maupomé

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La muestra reúne 150 piezas, entre programas de mano, partituras; materiales como carteles, volantes, notas hemerográficas y fotografías.

La muestra reúne 150 piezas, entre programas de mano, partituras; materiales como carteles, volantes, notas hemerográficas y fotografías.

La historia de cómo se creó la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) y qué peripecias económicas atravesó en sus orígenes, se narran en la exposición “El caminar de la Orquesta Sinfónica Nacional 1905-1949” que estará abierta al público hasta el 28 de julio en la planta baja del Palacio de Bellas Artes, en el espacio conocido como El Rincón del Tiempo.

En palabras de Beatriz Maupomé, Coordinadora del Acervo Histórico del Palacio de Bellas Artes, la muestra reúne 150 piezas, entre programas de mano, partituras; materiales como carteles, volantes, notas hemerográficas, fotografías; una maqueta del Palacio, y dos radios de la época (1928 y 1934).

“La exposición inicia no sólo a principios del siglo XX sino a finales del XIX momento en que se le empieza a dar mucha importancia a lo que es una orquesta sinfónica que finalmente da voz a la música escrita, si no tenemos orquesta no hay manera de que tengas los sonidos y lo envolvente que te hace sentir la orquesta”, comenta la experta en entrevista.

La exhibición inicia con el interés de conformar en el Conservatorio Nacional de Música una orquesta sinfónica, la cual logra Carlos J. Meneses. “Así nos seguimos hasta llegar a 1928, año en el que, precisamente, se toma como el nacimiento de la orquesta porque cuajan sus ‘ires y venires’ que fueron muchísimos”, añade Maupomé.

Antes de 1928, la exposición deja ver la época de Venustiano Carranza y Álvaro Obregón cuando, a principios de 1927, una vez desaparecida la Orquesta Sinfónica Nacional que se había conformado en el gobierno de Carranza, empieza a formarse la agrupación que hasta nuestros días persiste.

“En ese entonces, la agrupación organizada por el Sindicato Filarmónico del Distrito Federal empezará a realizar conciertos aislados, sin embargo, esta orquesta que se llamaba Sinfónica Mexicana se va a unir, va a fundarse sobre una base cooperativa y en 1928 uno de sus músicos: Saloma, presentará al secretario general a Carlos Chávez, convirtiéndose éste en el director artístico de la orquesta”, señala Maupomé.

Chávez buscó el apoyo de Antonieta Rivas Mercado, promotora cultural, escritora y mecenas de aquella época, agrega. “Entonces ella buscará la manera de consolidar un patronato, con esto se le dará una solidez al caminar de la orquesta que tuvo muchos y diferentes nombres”.

En 1928 es cuando se le conocerá como Orquesta Sinfónica de México, momento en ya no funcionaba con el apoyo de Rivas Mercado, pero sí como una sociedad cooperativa, con el comité patrocinador y teniendo como subdirector a Silvestre Revueltas.

“Imagínate tener a Carlos Chávez de director y a Silvestre Revueltas como subdirector, en fin, es esta orquesta la que acompañará la inauguración del Palacio de Bellas Artes y a partir de entonces tendrá como sede este recinto cultural hasta que llegamos a 1949 en la que por decreto presidencial se crea la Orquesta Sinfónica Nacional”, narra Maupomé.

La coordinadora del acervo histórico del Palacio de Bellas Artes comenta que la exposición muestra el programa de mano de la primera presentación del “Huapango”, de Moncayo; un ejemplar de los primeros álbumes grabados por Carlos Chávez, que contiene la Sinfonía India y la “Chacona”, además de discos de las primeras grabaciones hasta llegar a 1949.

“Es importante tener en consideración que las agrupaciones que antecedieron a la Orquesta no fueron creadas por decreto presidencial, tampoco contaron con una dotación presupuestal fija aunque en algunos distintos momentos hayan recibido algún subsidio por parte del gobierno, aquellas orquestas estuvieron buscando teatros en donde presentarse”, indica Maupomé.

Además del acervo histórico de Bellas Artes, los documentos expuestos proceden de colecciones privadas y de instituciones como el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez; Centro de Estudios de Historia de México Carso Fundación Carlos Slim, Filmoteca de la UNAM y fondos especiales de la Biblioteca de las Artes del Cenart.