Cultura

El teatro, más que carne

“Carne” se presenta en el Centro Cultural Helénico · Réplica de la violencia, la obra olvida el lenguaje simbóloco del teatro, en tanto que la dramaturgia es poco atinada y su historia se vuelve predecible

de teatro y otros convivios

El elenco (lo más destacable) está conformado por Nailea Norvind, Hernán Mendoza, Adrián Ladrón y Jesusa Ochoa.

El elenco (lo más destacable) está conformado por Nailea Norvind, Hernán Mendoza, Adrián Ladrón y Jesusa Ochoa.

Centro Cultural Helénico

—No creo que les sea conveniente lo que vamos a comentar, dice mi compañera espectadora al muchacho que, con un micrófono en la mano, nos pide opinar sobre la obra.

—Lo que sea, lo que quieran decir.

—En serio, no creo que sea conveniente, reitera ella. Él deja de insistir.

Ya, aquí entre nos y a través de este convivio escrito, les contamos.

Teatralizar la violencia conllevaba riesgos que Enrique Singer, director de la obra, no ha sabido afrontar en esta ocasión.

Presentada en el Centro Cultural Helénico, “Carne”, es una obra que intenta desembocar en tragedia griega y sonreír tiempos modernos, además de divertir. Estas intenciones se convierten en un completo desastre; no hablo de la historia, sino de los resultados escénicos.

¡El teatro no tiene que ser literal!, opina mi compañera, y es que pareciera que estábamos frente a un ensayo de filme cinematográfico mal planeado. Se dejaron de lado los recursos simbólicos del teatro para dar paso a una réplica de la violencia, lamentable en actores y actrices que dejaron todo en el escenario. Se nota el esfuerzo del elenco por interpretar algo tan complejo en terreno teatral. Aprovecho para aclarar que aquella noche mis aplausos no se los llevó la obra, sino el elenco.

Desde el inicio de la primera escena, los recursos multimedia ensucian las escenas, valga la redundancia, entonces vemos pasar a uno de los personajes por encima de las proyecciones, sin sentido alguno, como cuando exponemos una presentación con proyector y alguien se atraviesa rompiendo la imagen. Ya desde ahí nos adelantan que no se cuidaron muchos aspectos y que nada tuvo que ver con presupuesto, lo que iríamos confirmando a lo largo de la obra.

No hay que subestimar al público

Brenda Contreras Paredes
Las palabras de los diálogos aparecen en las imágenes que se proyectan, es decir, un montón de pleonasmos que ocurren cuando no se toma en cuenta que el público es inteligente y no requiere repeticiones.

Además, hay un lenguaje verbal y corporal grotesco que para nada se agradece; entiendo que quisieron acentuar la doble moral del contexto, pero eso no justifica las escenas innecesarias y las confusiones en las líneas argumentativas.

Las resoluciones de la historia son bastante predecibles, por ejemplo, que se viola a alguien, o quien resulta ser el violador, aunque durante toda la historia se sospeche de otro; y quién será hija de quién al final; de manera que la dramaturgia tampoco es atinada, sino una historia más de lobos y caperucitas.

En lo que sí podrían atinar es en el título, la obra es absolutamente carne, con la singular reserva de que el teatro es más que carne. ¡El teatro no tiene que ser literal!

*Twitter: @andantaymala

"CARNE"

Elenco: Nailea Norvind, Hernán Mendoza, Adrián Ladrón y Jesusa Ochoa.

Dramaturgia: Reynolds Robledo

Dirección: Enrique Singer

COORDENADAS

Lunes y martes 20:00 hrs.

Centro Cultural Helénico (Avenida Revolución 1500, Col. Guadalupe Inn, Ciudad de México).

Planta baja: $ 410

Planta alta: $ 260

Hasta el 11 de abril