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La medida busca reducir lesiones, pero Trump la ve como una traición a la esencia del fútbol americano

Donald Trump desata polémica con comentario homófobo sobre la nueva regla de kickoffs en la NFL

Donald Trump

La NFL introdujo una reforma en las patadas iniciales (kickoffs) con el objetivo de disminuir los choques de alta velocidad que provocaban un alto número de conmociones cerebrales. El nuevo esquema establece que los jugadores de ambos equipos mantengan posiciones fijas hasta que el balón esté en juego, limitando así los impactos frontales que ocurrían cuando corrían desde distancias largas.

El cambio pretende aumentar los retornos de balón, es decir, que los receptores tengan más oportunidades de correr después de atrapar la patada, pero bajo condiciones más seguras. Aunque la liga ha señalado que ya se observa una reducción en las lesiones graves, las opiniones de fanáticos y exjugadores están divididas. Para muchos, la modificación “suaviza” una de las jugadas más espectaculares y tradicionales del deporte.

Fue en ese contexto que Donald Trump, fiel a su estilo provocador, se pronunció con dureza en Truth Social, su red social, y sus palabras rápidamente encendieron un debate más allá del campo.

“Sissy football”

El expresidente arremetió contra la regla calificándola como “ridícula” y diciendo que parecía “sissy football”, una expresión que en inglés puede traducirse como “fútbol afeminado”. En su publicación añadió que la medida quitaba dinamismo al juego, ya que los jugadores “se quedan quietos mientras el balón está en movimiento”, lo cual, en su opinión, rompe con la esencia agresiva y espectacular del deporte.

El uso del término “sissy” no pasó inadvertido, pues reproduce un estereotipo donde la feminidad o la falta de una masculinidad “dura” se asocia con debilidad o inferioridad. En un contexto como el fútbol americano —históricamente vinculado con la exaltación de la fuerza y la virilidad— este tipo de lenguaje causa mayor conmoción.

Para los defensores de esta nueva regla, los comentarios del presidente Trump ignoran un punto central: la seguridad de los jugadores. Los datos iniciales de la NFL muestran que, desde la implementación de normas más estrictas en patadas iniciales, las conmociones y otros traumatismos han disminuido de forma significativa. Aun con los datos, el discurso de Trump conecta con un sector de los aficionados que han rechazado tajantemente los cambios que se han realizado en la liga en las últimas temporadas.

Viejos fantasmas: el recuerdo de los jugadores arrodillados

Las críticas de Trump a la NFL no son nuevas. En 2017 ya había protagonizado un enfrentamiento mediático cuando reprendió a los jugadores que se arrodillaban durante el himno nacional como forma de protesta contra la violencia policial hacia afroamericanos. En aquel entonces, llegó a sugerir que quienes no mostraran respeto al himno “quizás no deberían estar en el país”.

Cuando la liga aprobó una política que prohibía estas manifestaciones, el exmandatario celebró la medida como una victoria frente a lo que consideraba un acto de deslealtad. Ese episodio quedó marcado como un ejemplo de cómo Trump ha utilizado al deporte como plataforma para reforzar su narrativa política y cultural.

Hoy, su crítica al kickoff revive esa misma tensión: seguridad frente a tradición, inclusión frente a discursos excluyentes, política dentro del deporte. Mientras la NFL busca adaptarse a los tiempos para proteger a sus jugadores, Trump insiste en un discurso donde cualquier cambio es interpretado como una amenaza a la identidad clásica del fútbol americano.

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