
Donovan Carrillo lo ha vuelto a hacer. El patinador artístico mexicano clasificó a sus segundos Juegos Olímpicos de Invierno, al obtener una puntuación total de 222.36 en el torneo preolímpico, resultado de 84.97 puntos en el programa corto y 137.39 en el programa libre. Su desempeño le permitió quedarse con uno de los cinco boletos disponibles para Milano Cortina 2026, además de conquistar la medalla de bronce en el evento.
Con esta clasificación, México asegura su quinto cupo olímpico para la justa invernal, y Carrillo se convierte en el segundo mexicano en la historia en participar en dos ediciones olímpicas en patinaje artístico, después de Ricardo Olavarrieta (1988 y 1992). Además, será el único latinoamericano en competir en esta disciplina en todas sus modalidades.
UNA TRAYECTORIA FORJADA CON ESFUERZO Y TALENTO
Donovan Daniel Carrillo Suazo, nacido el 17 de noviembre de 1999 en Zapopan, Jalisco, comenzó su camino en el patinaje artístico a los 8 años, inspirado por su hermana mayor y motivado por el entrenador Gregorio Núñez, quien ha sido su guía desde entonces.
Antes de dedicarse al hielo, practicó clavados y gimnasia, disciplinas en las que representó a Jalisco en Olimpiadas Nacionales.
A pesar de las limitaciones económicas y de infraestructura, Carrillo entrenó en pistas de hielo dentro de centros comerciales y complementó su formación con clases de ballet. En 2019, se convirtió en el primer mexicano en aterrizar un triple axel en competencia oficial, y en 2021, fue el primer en intentar un salto cuádruple en un torneo internacional.
UN REFERENTE DEL PATINAJE LATINOAMERICANO
Carrillo fue campeón nacional en 2020 y ha clasificado en múltiples ocasiones al Campeonato de Cuatro Continentes y al Mundial Senior, donde en 2021 logró el lugar 20, asegurando su pase a los Juegos Olímpicos de Beijing 2022, donde hizo historia al convertirse en el primer mexicano en llegar a la final del programa largo.
Actualmente entrena en Toronto, Canadá, bajo la supervisión de Gregorio Núñez, y continúa siendo una figura inspiradora para jóvenes atletas mexicanos. Su carisma, disciplina y perseverancia lo han convertido en un símbolo del deporte invernal en México, y su presencia en Milano Cortina 2026 promete ser uno de los momentos más emotivos para la delegación nacional.