
El Mundial Sub-20 2025 hizo un nuevo movimiento buscando innovar el futbol con una polémica herramienta arbitral: la “tarjeta verde”, un mecanismo que permite a los entrenadores solicitar revisiones de jugadas mediante en el VAR.
La innovación, impulsada por la FIFA, busca ser una versión más ligera y accesible del VAR tradicional, especialmente diseñada para torneos y federaciones con menos recursos.
¿Cómo funciona la tarjeta verde?
Cada equipo dispone de dos tarjetas verdes por partido (con la posibilidad de una tercera en caso de tiempo extra). El entrenador, o un asistente autorizado, muestra la tarjeta al cuarto árbitro inmediatamente después de una jugada polémica que quieran que sea revisada.
Esto solo procede en situaciones como goles, penales, expulsiones directas o errores de identidad. El árbitro principal acude a la zona de video, observa las repeticiones desde diferentes ángulos y decide si mantiene o modifica su decisión. Si el cambio se confirma, la tarjeta se devuelve al equipo solicitante.
Según la FIFA, el objetivo del es abaratar costos y democratizar el acceso a la tecnología, ya que el VAR convencional exige una infraestructura millonaria. “Queremos que el fútbol en todos los niveles tenga herramientas para garantizar justicia en el campo”, explicaron fuentes del organismo.
Una prueba a gran escala
El Mundial Sub-20 de Chile 2025 funciona como laboratorio para esta innovación. La FIFA evaluará su desempeño y determinará si la tarjeta verde puede extenderse a otros torneos internacionales o ligas profesionales.
La tarjeta fue estrenada por el entrenador de Corea del Sur cuando su equipo se enfrentaba a Ucrania. Pidió revisar un posible penal a favor, pero por desgracia no se marcó la falta.