
En el verano de 1971, en la tranquila ciudad de Denver, Colorado, el mundo del ajedrez fue testigo de un evento que parecía desafiar las leyes de la lógica y la competencia: Bobby Fischer, el genio solitario de Brooklyn, aplastó a Bent Larsen, uno de los más grandes maestros de su tiempo, con un marcador de 6-0 en las semifinales del Torneo de Candidatos.
Este era el camino hacia el título mundial, y Fischer, tras años de preparación y controversias, estaba en una misión. Su oponente, Bent Larsen, no era un rival cualquiera. El gran maestro danés era una fuerza creativa, conocido por su estilo audaz y su capacidad para sorprender incluso a los mejores. Larsen, con su confianza y su carisma, era visto como uno de los pocos capaces de detener al huracán Fischer. Pero nadie, ni siquiera Larsen, estaba preparado para lo que vendría.
CADA PARTIDA CONTRA LARSEN FUE UNA OBRA MAESTRA
Bobby Fischer no jugaba al ajedrez; lo vivía, lo respiraba, lo encarnaba. En 1971, estaba en el apogeo de su talento, con una mente que parecía ver el tablero en dimensiones que otros ni siquiera podían imaginar. Cada partida contra Larsen fue una obra maestra, un despliegue de precisión, agresividad y visión que dejó al mundo boquiabierto. Desde la primera partida, Fischer impuso su voluntad. Veámoslo ahora bajo la estricta lupa del ordenador para entender qué ocurrió en realidad.
Fischer – Larsen, Candidatos 1971 (1)
Defensa Francesa
1.e4 e6 2.d4 d5 3.Cc3 Ab4 4.e5 Ce7 5.a3 Axc3+ 6.bxc3 c5 7.a4 Cbc6 8.Cf3 Ad7 9.Ad3 Dc7!? (Más activo resulta 9….Da5 10 Dd2 f6 y las negras están cerca de la igualdad)
10.0–0 c4 11.Ae2 f6 12.Te1 Cg6!? (Se acerca peligrosamente en el límite entre las tablas y la derrota. Correcto es cualquier enroque)
13.Aa3 fxe5? (Sólo aguanta la tensión una jugada y luego se precipita con el cambio. Complicado e incierto es 13….0-0-0 14 a5 Ae8 15 Af1 Af7)
14.dxe5 Ccxe5 15.Cxe5 Cxe5 16.Dd4 Cg6 17.Ah5 Rf7 18.f4 The8 19.f5 exf5 20.Dxd5+ Rf6
..

Rara vez alguien logra ejecutar la mejor jugada durante veinte movimientos consecutivos. A eso se enfrentaba Larsen. Ahora Fischer comete su único pero gravísimo error. Había que jugar 21. Ad6, que controla la crucial casilla e5.
Por ejemplo: 21….Dd8 22 Af3 Ac6 23 Dd4+ Rf7 24 Dxc4+ Rf6 25 Dd4+ Rf7 26 Ad5+ Axd5 27 Dxd5+ Rf6 28 Tf1)
Lo que sigue es de una emoción indescriptible y da una idea de la fuerza descomunal de Larsen.
21.Af3?? Ce5 22.Dd4 Rg6 23.Txe5 Dxe5 24.Dxd7 Tad8 25.Dxb7 De3+ 26.Rf1 Td2 27.Dc6+ Te6 28.Ac5 Tf2+ 29.Rg1 Txg2+ 30.Rxg2 Dd2+ 31.Rh1 Txc6 32.Axc6 Dxc3 33.Tg1+ Rf6 34.Axa7 g5?? (Había sobrevivido, pero ahora pierde en la fase técnica. 34….Re6 35 Ab6 Rd6 36 Ab7 Dxc2 37 a5 Db3 38 Rxg7 Dd1+ 39 Tg1 Db3 da tablas)
35.Ab6 Dxc2 36.a5 Db2 37.Ad8+ Re6 38.a6 Da3 39.Ab7 Dc5 40.Tb1 c3 41.Ab6 c2 42.Te1+ De5 43.Txe5+ Rxe5 44.a7 c1D+ 45.Ag1 1–0