Ni en Seattle se lo creen
A veces me pregunto qué tan difícil es para un entrenador en jefe tratar de convencer a su equipo y a la afición, y quizá a hasta a él mismo, de una realidad que dista mucho de la verdad. Lo anterior por el comentario de Pete Carroll, coach de los Halcones Marinos de Seattle, quien acaba de nombrar a Geno Smith como quarterback titular para arrancar la campaña en un par de semanas.
Como se recordará, hace meses el equipo vio partir al mejor mariscal de campo que han tenido en su historia, nos referimos a Russell Wilson, ganador de un Super Bowl (48) con la franquicia, y quien seguramente podría presumir dos anillos de campeonato si no fuera por aquella muy polémica decisión de Carroll de mandar un pase en la última jugada del Super Bowl 49 ante Nueva Inglaterra en la yarda dos y que terminó en intercepción, cuando todo el mundo sabía que un acarreode Marshawn Lynch habría significado el segundo Trofeo Vince Lombardi consecutivo para el conjunto de Seattle.
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Eso es historia, pero lo cierto es que desde entonces las fricciones entre varios jugadores y el coach se hicieron muy evidentes, empezando por el esquinero estelar Richard Sherman.
Wilson siempre permaneció al margen de la crítica, aunque es sabido que también estuvo en desacuerdo con tal llamada en el campo. Años después y con una relación que se fue desgastando entre ambos (Carroll y Wilson) por una u otra razón, principalmente por la poca imaginación ofensiva que el propio Wilson llegó a externar, el agua por fin se derramó y el pasador acabó por hacer realidad los rumores de su deseo por abandonar la franquicia y se fue a los Broncos de Denver.
Sin él al mando, la verdad es que los Halcones Marinos están en el limbo por más que las palabras de Carroll traten de argumentar lo contrario, y sobre todo cuando un jugador como Geno Smith, un mariscal que nada ha logrado en nueve años en la Liga, es nombrado como el titular.
NFL.
EN LA OSCURIDAD
No hace falta ser un futurólogo para darse cuenta y asegurar que Seattle se encamina a un precipicio con Smith al mando, y no es para menos si echamos un vistazo a su carrera por la Liga. Fue primera selección colegial de los Jets de Nueva York en 2013 y no pasó nada con él en cuatro temporadas. Más tarde estuvo con Gigantes y Cargadores, donde tampoco hizo eco en 2017 y 2018, para terminar en 2020 con los Halcones Marinos donde muy poco ha demostrado.
Dado lo anterior, nos preguntamos: ¿De verdad Carroll cree que engaña a alguien cuando dice que Geno representa la mejor opción al momento para ganar?
Con Smith no van lograr nada importante y menos es una división tan competitiva como la Oeste de la Nacional con los actuales campeones Carneros, Cardenales y 49ers.
De hecho, llama la atención que Carroll, tras la salida de Wilson, no haya sido más agresivo en buscar un mariscal de campo de verdad, apenas y se conformó con el intercambio con Denver que les mandó a Drew Lock, otro pasador que fracasó rotundamente con los Broncos después de que fue también una primera selección colegial en 2019 y nada, nada hizo, al grado de que la directiva de Denver decidió fácilmente deshacerse de él para que llegara Wilson a sus filas.
Cuando la negociación entre ambos equipos sucedió, aún había mariscales disponibles en el mercado, y la lógica indicaba que Carroll se inclinaría por Baker Mayfield, quien estaba con un pie fuera de Cleveland, Mitch Trubisky, cortado por Buffalo y hasta Jimmy Garoppolo, ya que San Francisco lo había puesto en la vitrina de cambios.
LA RIFA DE TIGRE
Lo peor de todo para los Halcones Marinos es que abrirán la temporada ante los Broncos, y aunque el juego será en Seattle, eso no representa ninguna ventaja para los locales, toda vez que se enfrentarán a Russell Wilson y su nueva ofensiva naranja muy recargada de jugadores explosivos.
Y aunque cualquier jugador repetirá hasta el cansancio que enfrentar a su ex equipo no representa ninguna revancha, y el mismo Wilson lo ha declarado también, no hay nada más falso que creerlo. Por supuesto que es la oportunidad perfecta para que Russell le deje en claro a la oficina de Seattle que cometieron un gran error en dejarlo ir y no cumplir sus demandas (que nunca fueron extremas o públicas).
Y es que acerca de Wilson, ya que estamos en el tema, encontrará lo que ha buscado por años bajo el mando del nuevo coach de los Broncos, Nathaniel Hackett, llegado de los Empacadores y quien seguramente explotará al máximo los años que le quedan al jugador. No por nada, en Denver intentan repetir el efecto Peyton Manning una década atrás, de firmar a un pasador estrella veterano que a la postre le dio al equipo de Colorado dos apariciones en Super Bowl con un triunfo en la edición 50. Curiosamente la derrota fue ante aquel dominante conjunto de Seattle, de Wilson y Carroll, en el Super Domingo 48.
En fin, dicen que nadie es indispensable, pero en la NFL esa frase o razonamiento no aplica cuando un equipo carece de un buen quarterback, pues mientras que Denver ascenderá a lista de los contendientes con la llegada de Wilson, Seattle pasará a ser uno de los equipos más irregulares y poco vistosos de la Liga tras perder al pasador que los situó en el mapa durante 10 años.
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