
Dei Saldaña recuerda con emoción aquel amanecer en que, revisando Instagram, descubrió junto a sus compañeros que “El Club Perfecto” había sido seleccionado en competencia oficial en el GIFF28. “Fue un honor enorme… nos enteramos entrando al feed del festival, y se sintió maravilloso, sobre todo porque unos días antes ya nos habían dado la fecha oficial de estreno”, cuenta con una sonrisa.
La película, inspirada en hechos reales ocurridos en una preparatoria en 2007, es más que un retrato de juventud: es un viaje a la nostalgia de los 2000. Para Dei, la construcción de su personaje, Tinieblas, exigió un proceso de investigación profundo: “Ricardo Castro, el director, nos compartía fotos, videos y perfiles de Facebook del verdadero club. Además, mi hermano cursó la prepa en esos años, así que también me apoyé mucho en él. La peli es una oda a los 2000: desde el soundtrack hasta la ropa y los momentos icónicos de la cultura pop mexicana”.
Ese apego a lo real no fue sencillo. Su personaje guarda un secreto crucial para la trama, y representarlo con respeto fue un reto mayor: “Era importante que no se convirtiera en un chiste ni en un cliché. La sutileza fue clave para que la interpretación resultara honesta y cercana”.
Más allá del guion, el rodaje se convirtió en un laboratorio de creatividad. El propio Saldaña recuerda cómo Ricardo Castro los impulsaba a improvisar: “A veces nos decía: ‘¿leíste la escena? Bueno, no digas nada de lo que dicen los diálogos, hazlo tú como lo harías’. Eso me enseñó a estar siempre en el momento, a ser humano antes que actor. Es la lección más grande que me llevo de esta película”.
“El Club Perfecto” y el poder de la amistad
La cinta ya se alzó con el Comedy Vanguard Feature Award en el Austin Film Festival, un reconocimiento inesperado que reafirmó el poder universal de la historia. “Fue muy bonito. Que un público extranjero, que ni siquiera habla nuestro idioma, nos eligiera como mejor película de comedia fue un apapacho enorme. Creo que conecta porque, aunque robamos exámenes, en realidad habla de amistad, de encontrarse un lugar en el mundo”, explica Saldaña.
Para el joven actor, la fortaleza del filme reside en que refleja experiencias comunes a cualquier espectador: “Si estás en búsqueda de tu identidad, si tienes un grupo de amigos al que llamas familia o si te sientes solo, esta película va a resonar contigo”.
El rodaje también estuvo marcado por una energía de juego y complicidad. Antes de grabar, el elenco tuvo un mes completo de pruebas de cámara e improvisaciones para consolidar la química entre ellos. “Recuerdo esas sesiones como un regalo enorme. Fueron la pauta para que la peli pareciera un juego constante y para que en pantalla realmente se viera que éramos amigos”, recuerda Dei.
Su formación previa como conductor le dio herramientas para enfrentar los desafíos del cine, aunque asegura que la diferencia radica en la forma de habitar cada momento: “La actuación es verdadera cuando respondes a los estímulos que te da el set, los actores, la cámara. Conducir en vivo también exige eso, estar alerta. La vida es de los vivos, si te duermes, se te pasa el tren”.
Además, reconoce que su preparación con figuras como Julio Bracho, Alex Zuno y Gabriela Cartol fue determinante. “Me enseñaron a estar siempre humano, a explorarme, a desafiar mi ego. La actuación no es interpretar, es vivir. Son maestros que siempre están presentes en mi corazón y en el set”.

Entre cine, televisión y sueños futuros
Aunque “El Club Perfecto” marca su debut en cine, Dei también participó en la telenovela Juegos Interrumpidos. Comparar ambas experiencias le permitió descubrir la riqueza y complejidad de cada formato: “En cine grabas máximo seis escenas al día, todo está calculado al milímetro. En televisión, en cambio, son más de 20 escenas diarias y solo dos tomas. El ritmo es vertiginoso, tienes que estar seguro y muy ágil”.
Ese contraste, lejos de intimidarlo, lo motiva a crecer como intérprete. Sus próximos retos apuntan a trabajar con los mismos maestros que lo formaron. “Me encantaría colaborar con Alex Zuno, uno de mis directores favoritos, porque su visión apela a la identidad y a la representación. También con Gabriela Cartol, que como actriz y directora me inspira muchísimo; incluso en pláticas casuales siempre me deja lecciones hermosas”.
Para Saldaña, la actuación debe ser un espacio de representación y pertenencia. “Quiero que mi carrera se trate de dar visibilidad y hablar de identidad. Está bien entretener, pero también quiero hacer películas que te marquen para toda la vida, que pienses en ellas una y otra vez”.
Con el estreno de El Club Perfecto este 28 de agosto, el joven actor sabe que está dando el primer gran paso en una carrera que apenas comienza, pero que ya transmite un mensaje claro: autenticidad, pasión y compromiso. “Espero que llenen las salas, que se dejen envolver por esta historia. Es una película que habla de nosotros, de crecer, de equivocarse y de encontrar nuestro lugar”.