
La noche en que el Mtro. Mario Monroy, cuatro solistas, doce coros y más de mil voces e instrumentos, interpretaron Carmina Burana, fue todo un éxito que estuvo a solo quinientos boletos de agotar una única fecha. Desde muy temprano hubo movilización en el recinto en Azcapotzalco y esto confirmó el deseo e inquietud de familias, músicos y público general por escuchar Carmina Burana.
El evento comenzó con una breve introducción histórica de Carmina Burana, una cantata de 1937 escrita por Carl Orff basada en escritos medievales de temas como cantos a la naturaleza, buena vida, amor, lujuria y naturaleza. Carmina Burana significa ‘Canciones de Beuern’ y hace una alegoría a los monjes de un convento alemán que fueron los autores de los textos.

Para muchos fans de la música se cree que una de las mejores interpretaciones es la Novena Sinfonía de Beethoven, sin embargo, Carmina Burana es una interpretación coral que combina belleza, historia, elegancia y estética, al mismo tiempo, una cantata imperdible para muchas personas.
Los músicos empezaron con fuerza al interpretar “O Fortuna”, una emoción y energía que dejó a todos los asistentes impactados tanto por la fuerza de la música y del talento que se unió esa noche para interpretarla. Una pieza que tan solo con escucharla remonta a cantos medievales y momentos históricos.
Carmina Burana, la obra maestra de Carl Orff, llega a la #ArenaCDMX con un espectáculo monumental. 🎻🎺
— Arena CDMX (@ArenaCdMexico) September 19, 2025
¡Más de 150 instrumentistas y mil coristas en escena!
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Fueron las voces de la soprano Anabel de la Mora, los barítonos Juan Carlos Heredia y Carlos López y el tenor Carlos Velázquez quienes dieron vida a las voces de cantos medievales y reinterpretan los textos de los monjes y frailes de la historia.
Carmina Burana también habla de la Rueda de la Fortuna, de la vida en la que un día nos encontramos arriba y otro abajo, de lo efímero que es la vida, la buena suerte, la primavera, el amor y la bebida desde un punto de vista medieval. La interpretación está estructurada para comenzar en un punto y dar un cierre circular a la historia y alegoría de los procesos de la humanidad.
Pero esto solo es el inicio de un proyecto en el que Mario Monroy está trabajando continuamente para llegar próximamente a la Sala Nezahualcóyotl y al Auditorio Nacional. Al finalizar el concierto se extendió frente al público la bandera de Palestina para invitar a un grito de lucha y conmoción para después deleitar al público con una segunda interpretación de “O Fortuna”.