Escenario

El Estadio Fray Nano se transformó en el epicentro de la música alternativa durante el primer fin de semana de noviembre, cuando el festival Hipnosis 2025 celebró su octava edición con un cartel que cruzó generaciones, géneros y emociones

Hipnosis 2025: dos días de psicodelia, post-punk, el regreso triunfal de The Horrors y la primera presentación de Pavement en CDMX

The Horrors (Alan Mino)

El Hipnosis 2025 se consolidó como una cita imprescindible para los seguidores del rock experimental, el post-punk y la psicodelia moderna. Su octava edición, realizada en el Estadio Fray Nano de la Ciudad de México, expandió su formato a dos días completos de presentaciones, confirmando el crecimiento de un festival que ha pasado de ser una propuesta de nicho a una referencia de la cultura alternativa latinoamericana.

Desde las primeras horas del sábado, el público llenó las inmediaciones del recinto con playeras de sus bandas favoritas y una expectativa que se sentía eléctrica. Más que un evento musical, Hipnosis se percibió como una inmersión sensorial y emocional, donde cada set era una puerta a un universo sonoro distinto.

La jornada inaugural quedó marcada por un hecho histórico: la primera presentación de Pavement en México, un suceso que desató una ola de nostalgia y celebración colectiva. Las guitarras sucias, los coros desalineados y la energía del público convirtieron el momento en una de las cumbres del festival.

El domingo, el tono cambió sin perder intensidad. Dinosaur Jr. y Spiritualized ofrecieron conciertos que apelaron tanto a la memoria como a la experimentación contemporánea. Las capas de sonido de Jason Pierce, junto con las distorsiones inconfundibles de J Mascis, demostraron que el tiempo puede añadir profundidad sin restar fuerza.

Entre los actos más comentados se encontraron Molchat Doma, con su atmósfera melancólica de post-punk bielorruso y sintetizadores fríos; Austin TV, que revivió su álbum Indra completo en una noche cargada de simbolismo; y Japanese Breakfast, que alternó delicadeza y potencia en un set de sensibilidad cinematográfica.

Japanese Breakfast (Especial)

The Horrors: oscuridad, luz y renacimiento en el escenario

Pero si hubo un instante que encapsuló la esencia del festival, fue la presentación de The Horrors, uno de los actos más esperados del cartel. Su regreso a México, tras siete años de ausencia, coincidió con el lanzamiento de su nuevo álbum Night Life (2025), una obra que marcó una evolución hacia terrenos más electrónicos y atmosféricos, sin perder el filo gótico que los caracteriza.

Desde el primer acorde, Faris Badwan impuso su presencia con un performance teatral y magnético. El escenario se tiñó de tonos rojos y violetas mientras una neblina envolvía al público. El sonido —preciso y envolvente— logró que cada tema se sintiera como un trance compartido.

El setlist alternó himnos como Still Life y Sea Within a Sea con nuevas piezas de Night Life, entre ellas Life Eternal, que se convirtió en un momento coral cuando el público entonó el estribillo a una sola voz. La secuencia de visuales caleidoscópicos y proyecciones lumínicas reforzó la experiencia sensorial: no era solo un concierto, sino una especie de ritual colectivo entre la oscuridad y la esperanza.

El cierre, con Something To Remember, selló la comunión entre banda y asistentes. Aplausos prolongados, manos al aire y un eco que resonó más allá del estadio confirmaron lo evidente: The Horrors regresaron más vigentes que nunca, reafirmando su lugar como una de las agrupaciones esenciales del rock alternativo contemporáneo.

Su participación, además, tuvo un peso simbólico dentro del festival. Al integrar bandas de culto con artistas emergentes y proyectos locales, Hipnosis tomó su papel como plataforma global, donde los sonidos “no convencionales” encuentran espacio, público y proyección.

Un festival que une generaciones y expande fronteras

Más allá de los nombres del cartel, lo que distinguió al Hipnosis 2025 fue su capacidad para fusionar generaciones, estilos y comunidades en un mismo espacio. En el público convivieron quienes alguna vez vieron a Dinosaur Jr. en los noventa con jóvenes que apenas descubren a Molchat Doma o Skinshape desde playlists digitales. Ese cruce intergeneracional generó una energía inusual: una mezcla de curiosidad, reverencia y descubrimiento.

El diseño del recinto facilitó el tránsito entre escenarios, evitando los embotellamientos de ediciones anteriores y generando un flujo constante de público. En palabras de uno de los asistentes, “aquí no se viene solo a escuchar, se viene a sentir”.

El festival también demostró que la escena alternativa mexicana atraviesa un momento de madurez. Bandas locales como Grave/Mal, Mirror Revelations y Naturemind lograron destacarse entre nombres internacionales, confirmando que Hipnosis no solo trae propuestas del exterior, sino que impulsa a una nueva generación de creadores nacionales.

Con más de veinte actos distribuidos en dos jornadas, Hipnosis ofreció una curaduría equilibrada entre lo nostálgico y lo vanguardista. Desde el minimalismo atmosférico de Crumb hasta la intensidad ruidosa de Deafheaven, el abanico de estilos mantuvo la diversidad sin perder coherencia.

Los asistentes coincidieron en que el festival se ha convertido en “el secreto a voces de la música alternativa en Latinoamérica”: un punto de encuentro para quienes buscan experiencias profundas, lejos del circuito masivo.

Hipnosis 2025 fue mucho más que un festival: fue una comunión sonora y visual que da fe que el rock alternativo en la Ciudad de México sigue vivo. Con dos días de exploración sensorial, un cartel sólido y un público entregado, el evento demostró que la música puede seguir siendo una experiencia transformadora.

Al caer la noche del domingo, mientras las luces se apagaban y los últimos acordes de Motorama se desvanecían, quedaba claro que el Hipnosis 2025 no solo fue un festival exitoso, sino una declaración de principios: la música experimental, el post-punk y la psicodelia siguen teniendo un lugar poderoso en el corazón de la CDMX.

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