
Hawkins en la Juárez: cuando el Upside Down te respira en la nuca
La colonia Juárez nunca había parecido tan dispuesta a tragarse a la gente hasta que crucé las puertas de Expo Reforma. A unos pasos de la Alameda y con tráfico implacable alrededor, el edificio parecía un portal más cercano al Laboratorio Nacional de Hawkins que a un recinto de convenciones. Ahí comenzaba Stranger Things: The Experience, inaugurada el 13 de diciembre de 2025 y disponible hasta abril de 2026.
Apenas pasé el filtro de entrada, entendí que no venía como espectador, sino como experimento. Un asistente —bata blanca, cara demasiado seria como para ser solo actuación— nos recibió con una advertencia: “Si algo sale mal, corran hacia la luz”. No sonaba a broma.
La experiencia, creada por Netflix junto con productores internacionales y la plataforma Fever, ocupa más de 2,500 m² donde la realidad se cuartea. Todo huele a ochentas, a conspiración gubernamental y a pasillos que cuentan secretos si los escuchas de cerca.
Durante aproximadamente 45 minutos, la dinámica nos arrastra por laboratorios inquietantes, pasillos que palpitan con luces intermitentes, zonas que se deforman como si el aire perdiera estabilidad y criaturas que parecen acechar desde un punto ciego que no deja de moverse. Hay actores en vivo, efectos especiales y tecnología inmersiva que te obligan a reaccionar: a veces huyes, a veces avanzas por instinto, a veces te quedas viendo un rincón donde juras que algo se movió.
Todo sucede tan rápido y tan cerca que se siente como si uno hubiera firmado un acuerdo dudoso con el mismísimo Dr. Brenner sin leer las letras pequeñas.

Mix-Tape: la resaca emocional entre helados, arcades y guiños ochenteros
Cuando salí del recorrido principal, necesitaba un helado o un abrazo. El universo me dio lo primero: Mix-Tape, un espacio interactivo que funciona como la versión más luminosa de Hawkins. Parece el respiro después del desastre, aunque la vibra ochentera no baja la guardia.
Aquí es donde uno se reconcilia con el mundo y se deja llevar por la nostalgia. Scoops Ahoy está ahí, coqueteando con su decoración marina y los clásicos uniformes azul y blanco. Un poco más adelante se encuentra Surfer Boy Pizza, donde los detalles son tan precisos que da la sensación de que Argyle aparecerá ofreciendo una rebanada con esa actitud eternamente relajada.
También está Palace Arcade, la cápsula del tiempo perfecta: máquinas de videojuegos, luces neón y una colección de sonidos electrónicos que despiertan recuerdos propios y ajenos. Es imposible no querer jugar aunque uno no haya nacido en los ochenta.
El espacio se completa con sets para fotos, puestos de comida temática y una tienda llena de mercancía oficial que parece diseñada para dejarte sin quincena: sudaderas, figuras, pósters, vasos, libretas, la colección completa de tentaciones.
El encanto de Mix-Tape está en que no solo replica escenarios de la serie: crea la ilusión de que podrías cruzarte con Eleven rondando por ahí o con Dustin emocionado por un nuevo juego. Y, si soy honesto, por un momento sí busqué con la mirada a Steve Harrington. No apareció. Lástima.

Precios, horarios y por qué esta experiencia es un ritual para fans
En una época donde todo compite por nuestra atención, hay eventos que no se sienten como entretenimiento, sino como un ritual colectivo. Esta experiencia pertenece a ese grupo. Coincide con la expectativa mundial por la quinta y última temporada de la serie, así que la energía en el ambiente es la de una despedida anticipada.
Los boletos comienzan en aproximadamente 600 pesos para la entrada general. Los accesos VIP o de entrada rápida rondan entre 900 y 1,200 pesos, dependiendo del paquete y del horario. ¿Es caro? Sí. ¿Te lo piensas dos veces? Tal vez. ¿Lo pagas de todos modos? Sin duda.
La sede, Expo Reforma (Av. Morelos 67, colonia Juárez, alcaldía Cuauhtémoc), abre generalmente de martes a domingo, con horarios que suelen ir de 10:00 a 22:00 horas, aunque pueden cambiar según la demanda. La recomendación oficial es para mayores de 12 años, mientras que los menores deben entrar acompañados y no se permite el acceso a niños menores de 5 años.
La experiencia ya pasó por Nueva York, Londres, París y São Paulo, y en todas las ciudades fue un imán para miles de fanáticos. En México, la emoción es casi palpable: se siente en la fila, en los gritos ahogados durante las escenas más tensas y en el respiro compartido cuando se termina la aventura.
Stranger Things: The Experience no es solo una atracción: es una forma de decirle adiós a una historia que nos acompañó por años. Una despedida que huele a waffles Eggo, que suena a sintetizadores y que deja la sensación de que el Upside Down podría estar más cerca de lo que creemos.