‘Alemania’, la adolescencia y la salud mental en una cinta argentina llena de matices
COBERTURA. La película fue presentada hace unos días en competición de la sección Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián
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Fotograma de 'Alemania'.
Para dirigir su ópera prima, la argentina María Zanetti tenía claro que quería contar su propia historia, la de su adolescencia, pasada por el tamiz de la ficción, pero a la vez en Alemania muestra una necesidad que se pude aplicar a cualquier etapa, la de escapar a la realidad para entenderla mejor.
Presentada hace unos días en competición de la sección Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián (España), en Alemania confluyen la adolescencia, la familia, los problemas de salud mental y la amistad, como señala la directora a EFE.
“Me interesaba indagar sobre esas circunstancias en ese momento de la vida, que me parece muy atractivo, porque es un momento de mucha metamorfosis, de mucha transformación, de búsqueda y de preguntas”, resalta Zanetti, acompañada por la protagonista del filme, Maite Aguilar, que a sus 19 años ha realizado un brillante trabajo al interpretar a Lola.
Pero aunque la película se centre en la adolescencia, para la realizadora lo que le ocurre a Lola es algo que le puede pasar a cualquier persona de cualquier edad.
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Lola tiene una hermana con trastorno bipolar. Y aunque su relación es muy buena, en los momentos en que sufre crisis, la joven solo busca alejarse y sueña con viajar a Alemania, lo que se convierte en su sueño inalcanzable.
“Para mí es una película de adolescencia, pero no es sobre la adolescencia, es sobre la vida, es sobre las personas (...). Siento que en esas circunstancias en las cuales alguien tan cercano está sufriendo y lo ves sufrir necesitas alejarte para tener otra perspectiva y poder ver eso de otra manera. Porque si te quedas tan cerca, quizá terminas no pudiendo ayudar porque te afecta demasiado”, reflexiona Zanetti.
Lo cuenta desde su propia experiencia, ya que su hermano tiene el mismo problema. “Es una mezcla emocional. Obviamente está atravesada por la ficción, pero sí, está muy inspirada en la historia de mi familia y ciertos recuerdos y el vínculo con mi hermano”, comenta.
Su hermano atravesó muchas crisis y lo que quería la cineasta era mostrar las primeras que tuvo, en los años noventa, cuando había mucha menos información sobre salud mental, muchas menos herramientas y mucha menos política pública de la que hay ahora.
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Y abordar esa situación desde el punto de vista de la hermana, que es el suyo, señala la directora, que incluso decidió rodar la película en su casa familiar, que estaba alquilada a otras personas pero que se la cedieron para este proyecto.
Reconstruyeron el interior de la casa mediante fotografías de aquella época y situaron la habitación de Lola en la que era de su hermano. Porque “había algo como familiar” para la directora entre aquellas paredes pero al mismo tiempo parecía que estuviera metida en un sueño.
Estar en esa ubicación le ayudó a construir esta película en la que Lola lo que quiere es liberarse del peso de su familia, buscar motivos para sonreír y seguir siendo adolescente, como resalta Maite Aguilar, que considera que su personaje busca de forma instintiva estar fuera de su casa para poder estar mejor.
Aguilar da la réplica en la película a Miranda de la Serna, que interpreta a su hermana y que ha hecho un trabajo muy difícil, en opinión de la directora, porque no había que caer en el cliché.
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“No quería ir al lugar de la loca. No como el estigma, porque la realidad es que estas personas tienen muchos momentos, muchos matices…”, dice la directora.
Una película que además le ha permitido a Zanetti cumplir el sueño de presentarse en el Festival de San Sebastián, ya que tenía que haber venido en una edición anterior pero la pandemia lo impidió.
“Me emociona mucho estar acá y lo visualicé mucho. Disfruto también poder presentar la película en mi idioma. Es algo lindo”, asegura antes de agregar, entre risas: “Además, es un día de sol, un día peronista”.
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