Escenario

Greta Van Fleet, la joven banda de rock estadounidense que suena como todo un clásico

COBERTURA. La banda estadunidense presentó su más reciente disco The battle at garden’s gate en el Pepsi Center la noche de este lunes causando euforia y demostrando que el rock es un género con una larga vida

música

La banda de rock se ha consolidado como uno de los fenómenos musicales de los últimos años.

La banda de rock se ha consolidado como uno de los fenómenos musicales de los últimos años.

ADRIÁN CONTRERAS

Cuando la oscuridad se iba apoderando del cielo la noche de este lunes en la Ciudad de México, las personas con el espíritu más rockero se comenzaban a concentrar en las puertas del Pepsi Center. Las filas crecían conforme se acercaba la hora en que llegarán al escenario los miembros de Greta van Fleet, las máquinas checadoras sonaban rápidamente cada vez que el láser pasaba por los boletos y poco a poco el recinto se llenaba de entes ávidos de rock.

El Pepsi Center lucía lleno. Sonó un tamborazo en punto de las 21 horas y los cientos de vasos de cerveza se alzaron conforme la banda entraba y la guitarra de Jake Kiszka daba los primeros acordes distorsionados que causaron euforia inmediata en los presentes. La voz introductoria de “Heat above”, marcó el inicio mientras el vocalista Josh C aventaba se paseaba descalzo por el escenario aventando flores.

El público acompañaba los sorprendentes agudos del vocalista con su voz y con las manos en todo lo alto mientras sonaba el tema que abría su más reciente disco The battle at garden’s gate, lanzado el año pasado y que da motivo a la gira por la que llegaron a tierras mexicanas. Las posturas extravagantes de Josh alimentaban las muestras de afecto de los fanáticos mexicanos, que dieron la bienvenida a los originarios de Michigan.

Danny Wagner, el baterista de la agrupación tuvo un extraordinario solo.

Danny Wagner, el baterista de la agrupación tuvo un extraordinario solo.

ADRIÁN CONTRERAS

Apenas terminó esa canción inicial y la banda dio uno de los grandes momentos de la noche con ese grito de entrada a lo Robert Plant que marca el inicio de “Safari song”, una de sus canciones más populares que pertenece a su segundo EP, From the fires, en la que el guitarrista Jake cautivaba con su singular forma de tocar la guitarra moviendo su cuerpo de atrás hacia adelante casi al borde del desequilibrio.

La armonía de los instrumentos se transmitía a los asistentes quienes, con el meneo de cabeza, tan clásico de los rockeros, acompañaban el ritmo demostrando que se encontraban entregados al rock mientras cantaban junto a Josh.

Los brazos en alto y el grito no paraba, por el contrario, cada vez aumentaba más y más, Arriba el escenario estaba completamente blanco, algo sencillo pero que lograba resaltar lo que importaba, la música, fue entonces cuando las luces comenzaron a encenderse al ritmo que les indicaba Danny Wagner, baterista de la agrupación el cuál provocaba la admiración del público tras derrochar todo ese talento en su solo instrumental.

El guitarrista Jake Kiszka cautivó con su estilo alocado al tocar.

El guitarrista Jake Kiszka cautivó con su estilo alocado al tocar.

ADRIÁN CONTRERAS

En ese mismo momento Josh se posaba en los hombros de un miembro del staff y se paseaba de un lado a otro en el pasillo frente al escenario chocando las manos de sus fanáticos y el bajista Sam Kiszka se ponía un sombrero tradicional mexicano, hasta que un guitarrazo de Jake marcó el inicio de “Black smoke rising”, a la que siguió “Caravel”.

Los fans estaban completamente entregados a Greta Van Fleet y no era para menos, pues la agrupación no había dejado de tocar para su público quienes se dejaban llevar por la música. “Olé, olé, olé, olé… Greta, Greta”, comenzó a corear el público para demostrar su amor a la banda quienes siguieron con los temas “Age of machin” y “Trip the light fantastic”, también pertenecientes a su nuevo disco.

Los turnos de Jake Kiszka y Sam Kiszka también llegaron, demostrando cada uno su gran talento en un solo que provocó el grito de los asistentes, y luego la euforia se tomó un respiro con “Light my love”, la cual llenó de nostalgia todo el lugar mientras una que otra luz de celular se elevaba para acompañar el tema.

Sam Kiszka, bajista de la banda en un momento del show se puso un sombrero mexicano.

Sam Kiszka, bajista de la banda en un momento del show se puso un sombrero mexicano.

ADRIÁN CONTRERAS

“Goodbye baby, goodbye” es la última línea del tema “When the curtain falls”, la cual indicaba el final de la noche para después agradecer y bajar del escenario. Después de una breve espera y varios gritos del público que aclamaba a la banda la agrupación salió nuevamente al escenario para seguir con “Age of man”.

“¿Están listos?”, preguntó el vocalista para continuar con “That’s all right”, haciendo que todos comenzarán a brincar y cantar con la misma energía de todo el concierto. Cuando el final se veía cerca una pregunta de Josh Kiszka provocó un grito eufórico de los presentes: “¿Una más?”. Y ante el grito ensordecedor de los asistentes los músicos se dieron a la tarea de entonar “My way, soon”.

De esta forma el público vivió una velada mágica de rock, al mero estilo clásico, con una de las bandas más nuevas, pero que poco a poco se va ganando su lugar en el corazón rockero de los mexicanos.

Josh Kiszka, uno de los grandes frontman del momento.

Josh Kiszka, uno de los grandes frontman del momento.

ADRIÁN CONTRERAS