El gobierno de Jalisco ha arrendado recientemente tres camionetas Tesla Cybertruck como parte de una estrategia de modernización tecnológica y seguridad, bajo el argumento de que estos vehículos permitirán llevar conectividad a internet a comunidades de difícil acceso en el Estado.
Sin embargo, especialistas y ciudadanos han comenzado a cuestionar la utilidad real de estos vehículos eléctricos en zonas rurales y alejadas del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), como en las regiones Norte y Altos Norte del Estado, donde no existe infraestructura de carga.
Según datos oficiales de Tesla, la Cybertruck tiene una autonomía máxima de entre 484 y 547 kilómetros por carga completa, dependiendo de la versión. Si bien esto podría parecer suficiente para recorrer grandes distancias, el panorama cambia en escenarios rurales.
El municipio de Mezquitic, por ejemplo, se encuentra a unos 300 kilómetros de la capital jalisciense (sólo de ida), y no cuenta con ningún punto de recarga eléctrica, lo que limita seriamente la viabilidad operativa de estos vehículos en esas regiones.
A esto se suma que en el norte de Jalisco no existe ni una sola estación Supercharger de Tesla, ni cargadores públicos compatibles con el sistema NACS (el conector propio de la marca). Las únicas estaciones de carga rápida en el estado se encuentran en Guadalajara, Zapopan, Tepatitlán y Puerto Vallarta, muy lejos de los municipios de la Sierra y la zona wixárika donde se busca brindar conectividad.
Caso Teocaltiche: otro ejemplo ilustrativo
El municipio de Teocaltiche, zona caliente de inseguridad, está situado a unos 169 kilómetros de Guadalajara, enfrenta una situación similar. La estación de carga más cercana se encuentra en Tepatitlán de Morelos, a una distancia considerable, lo que limita la viabilidad de utilizar la Cybertruck en operaciones continuas en esta región.
La falta de infraestructura de carga en las regiones Norte y Altos Norte de Jalisco no solo afecta la operatividad de las Cybertruck, sino que también pone en entredicho la estrategia de utilizar estos vehículos para mejorar la seguridad y conectividad en zonas rurales, una de las justificaciones del gobernador Pablo Lemus Navarro para su arrendamiento.
Sin puntos de recarga accesibles, las camionetas podrían quedar inoperativas en momentos críticos, comprometiendo la eficacia de las operaciones de seguridad y asistencia.
El rendimiento de kilometraje por carga es variable, factores como el peso que lleva consigo, la conexión de aparatos para recarga de su batería (teléfonos inteligentes, laptops, tabletas), o el encendido del aire acondicionado reducen el kilometraje significativamente.
Carlos Eugenio Lomas Moreno, Coordinador de Ciberseguridad del Centro Universitario de Guadalajara, considera que aún falta información clave para determinar si estos vehículos son aptos para funcionar como Centros de Comando (C2) móviles, como lo anunció el gobernador Pablo Lemus Navarro.
“Con lo que se ha informado, no podemos saber si realmente tengan la funcionalidad para operar como C2. Tendríamos que ver las características completas”, señaló Lomas Moreno, quien subrayó que si bien la Cybertruck tiene propiedades interesantes como autonomía eléctrica, carga inversa y reforzamiento estructural, eso no basta para justificar su idoneidad en tareas de inteligencia.
El gobierno estatal ha sostenido que estas camionetas permitirán establecer puntos móviles de acceso a internet satelital (usando el sistema Starlink de SpaceX), pero no ha dado a conocer cómo planea resolver la recarga energética de los vehículos en lugares sin infraestructura eléctrica adecuada.
A pesar del enfoque moderno que representa adoptar vehículos eléctricos, la falta de planificación integral, convierte esta inversión en una solución de difícil aplicación en los entornos que se busca impactar.
Mientras tanto, comunidades alejadas de Mezquitic, Huejuquilla y Bolaños continúan enfrentando los mismos retos de siempre: poca conectividad, difícil acceso y ahora, vehículos que podrían no llegar muy lejos por la seguridad de la gente.