La historia de un payaso de circo, que queda ciego y que tiene que ocultar su pérdida para no ser despedido, fue seleccionada para representar a México en el Busan International Performing Arts Festival, BIPAF, en Corea del Sur; una propuesta elaborada por la compañía de circo y clown Bravísimo, quienes realizaron un exhaustivo trabajo de adaptación de la obra a un lenguaje universal, es decir, convirtieron los diálogos en gestos, sonidos y expresiones para que la historia pudiera ser disfrutada por los coreanos sin tener que usar textos o subtítulos.
La Crónica de Hoy Jalisco conversó con el director de esta obra, Tato Villanueva y con uno de sus actores, Juan Méndez, integrante del equipo del Foro Periplo, para que contaran cómo fue la experiencia de narrar una historia en un país culturalmente tan distinto a México, cómo puede una obra de teatro dejar de ser local y cruzar otras fronteras y qué pasa con el público tapatío del que se ha dicho que no asiste a teatro.Lo que dicen las emociones
El argentino Tato Villanueva, escritor y director de Mente en Blanco, manifiesta que esta aventura empezó cuando asistieron a un mercado de artes en Ciudad de México, el Encuentro Nacional de Artes. Allí le presentaron a una encargada del Ministerio de Cultura de Corea del Sur el proyecto, al cual vieron perfecto para el festival, porque explica que es una historia que tiene la posibilidad de presentarse en cualquier lugar, ya que habla el idioma universal.
“Con el clown y los payasos hay algo universal que es la risa. Este lenguaje tiene que ver con las cosas que generan la risa más allá de la cultura que tengan. Hay ciertas reglas o ciertos juegos que no cambian de acuerdo al idioma. Es una búsqueda de ir encontrando esos lugares comunes y esos elementos que tienen que ver con la emoción. Las emociones son algo que tienen todos los humanos”, expresa el director.
Villanueva considera que otro de los puntos fuertes de Mente en Blanco, frente a otras propuestas nacionales que participaron en la selección, es el clown, puesto que se trata de un espectáculo que es para toda la familia, lo puede entender una persona de 80 años y también un niño de tres, “es un viaje también sensorial desde lo musical, desde el sonido, las imágenes, es una obra que va a los sentidos. La clave está en la emoción en tratar de dar un mensaje que vaya más allá de las edades , que vaya más allá de las convenciones teatrales , a veces ni siquiera se necesita una sala para que se genere la energía”.
Por su parte, Juan Méndez, actor e integrante también del Foro Periplo, dice que algunas personas sugierieron que le pusieran subtítulos a la obra “pero si la gente está leyendo subtítulos, deja de ser interesante el teatro”.Otro significado de la tristeza
Una de las anécdotas que más impresionó a los actores en Corea del Sur fue la reacción del público ante las escenas tristes. El actor Juan Méndez cuenta que cuando en la obra se buscaba provocar tristeza, cuando uno de los personajes sufre una derrota muy fuerte, después de haber provocado carcajadas y aplausos “sentíamos que la gente desaparecía”, ocurría una especie de desconexión.
“Luego nos explicaron que la cultura coreana y en la mayoría de los orientales, la tristeza es algo que alguien se queda para sí mismo. Cuando alguien siente tristeza es algo que ellos tienen que resolver en la intimidad. Es lo que más nos movió, porque esa es la parte más fuerte del espectáculo y lo más bueno de la obra es poder lograr que el espectador se sienta triste, hasta un poco culpable, para luego, en el final , darle la vuelta y que logre superar la crisis con el personaje”.El reto es cruzar fronteras
Sobre la fórmula para que una obra supere lo local y pueda volverse una propuesta que se dé a conocer a nivel nacional e internacional, Juan Méndez asegura que la estrategia es invertirle tiempo y dinero al proyecto para darlo a conocer en eventos como los mercados de artes, vitrinas a las que acuden expertos buscando espectáculos de calidad.
“Nadie va a vender tu proyecto como tú. Hay que invertir, esto se te regresa en una cantidad de funciones, se regresa en dólares. Y también el objetivo es moverlo a nivel internacional, si la propuesta estética, de obra, actoral, la haces muy local va a ser muy difícil que le interese a alguien afuera”, explica..
Finalmente, sobre una hipotética crisis o apatía del público de Guadalajara para asistir a eventos culturales como obras de teatro, entre otros, Méndez considera que sí hay audiencia, dice que a veces faltan espacios, pero que también las compañías deben apropiarse de ellos.
“Yo creo que cuando el artista se clava demasiado en expresar algo que sólo a él le mueve y deja a un lado al público, el público lo siente. El público a los 10 minutos dice qué demonios hago aquí, entonces creo que es tarea de los artistas, de darnos cuenta dónde estamos y cuál es la brecha que hay que cruzar para que la gente siga viniendo”.
Por su parte, el director Tato Villanueva, expresa que el público tapatío viene a disfrutar del espectáculo “no viene a se un crítico y eso es bueno, es positivo, porque la gente llega abierta a disfrutarlo”.
¿Qué viene?
Mente en blanco estará todo el mes de julio en el Miércoles de Teatro en el Teatro Alarife Martín Casillas.
Frase:
“Nos gustaría tener una temporada larga aquí en la ciudad para llegarle a más gente y apropiarnos de la comedia local, ser unos referentes del clown y de la comedia y seguir divirtiéndonos”.
Juan Méndez, actor de Mente en Blanco.
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