Esta madre que lleva tres años sufriendo por la desaparición de sus cuatro hijos, secuestrados por el crimen organizado, es hoy el rostro anónimo de la tragedia por la violencia sin fin que sacude a México. Es también la cara de la dignidad, de la lucha de una madre-coraje que critica al presidente Felipe Calderón, mirándole a la cara y recordándole con la voz entrecortada, por la emoción, que embarcó a la nación a una guerra contra criminales que estaban coludidos con policías y funcionarios locales, estatales y federales.
Copyright © 2011 La Crónica de Hoy .