La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México convocó a la ciudadanía a participar en una nueva jornada del programa Reciclatrón, que se llevará a cabo los días 30 y 31 de mayo, de 9:00 a 16:00 horas, en la Bahía de Vehículos del Parque del Mestizaje, ubicado en la zona de Indios Verdes.
Este programa busca fomentar entre la población y las empresas una cultura de reciclaje responsable de residuos eléctricos y electrónicos, con el propósito de proteger el medio ambiente, reducir los efectos del cambio climático y contribuir al cuidado de los recursos naturales y la biodiversidad de la ciudad.
Con más de 153 jornadas realizadas desde su inicio, el Reciclatrón ha logrado recolectar 2,397 toneladas de aparatos electrónicos en desuso, gracias a la participación de más de 104 mil personas que han adoptado prácticas más sostenibles y conscientes con el entorno.
Durante el Reciclatrón, las y los asistentes pueden llevar electrodomésticos pequeños como licuadoras, cafeteras, microondas, planchas, secadoras de cabello o aspiradoras; también se reciben aparatos más grandes como refrigeradores, pantallas, transformadores y balastras.
Asimismo, es posible entregar equipos electrónicos de oficina como teclados, impresoras, escáneres, bocinas, consolas de sonido, proyectores y teléfonos, así como computadoras, laptops, minilaptops, monitores, discos duros, tarjetas, televisores, celulares, pilas, cables, cargadores, DVDs, toners y lámparas.
Se recomienda que los residuos estén limpios y, en lo posible, completos, para que puedan ser mejor aprovechados en su proceso de reciclaje y reincorporación a la cadena productiva.
Además de participar en esta jornada ambiental, las personas que acudan podrán disfrutar del entorno cultural del Parque del Mestizaje, donde se encuentran monumentos y esculturas emblemáticas como “Un Monumento a la Patria”, “Los Danzantes”, “Don Quijote” y las figuras conocidas como “Los Indios Verdes”, que representan a los tlatoanis mexicas Itzcóatl y Ahuizotl.
Estas esculturas de bronce, realizadas por el artista Casarín, originalmente serían presentadas en la Exhibición Universal de París en 1889, pero su peso de tres toneladas impidió su traslado, por lo que permanecieron en territorio nacional.