En un mismo día, el pasado lunes, se materializó la amenaza de bloqueos viales en Ecatepec. Colonos de Central Michoacana y La Florida cerraron la Avenida Central, uno de los ejes troncales en el contacto con la Ciudad de México. Unos reclamaban que se mantenga la venta de alcohol en su feria, mientras otros exigían soluciones a la falta de agua y al drenaje colapsado.
Ecatepec vivió así una jornada caótica que puede repetirse en caso de que las negociaciones de esta semana no lleguen a buen puerto. Dos grupos de manifestantes decidieron bloquear la Avenida Central en distintos puntos, ocasionando severas afectaciones. Ambos bloqueos evidenciaron, desde perspectivas diferentes, las tensiones que atraviesan las comunidades de Ecatepec. Mientras en la colonia Central Michoacana la exigencia giraba en torno a preservar una tradición popular con la venta de alcohol como sustento económico, en La Florida la lucha estaba marcada por necesidades elementales: agua potable y un drenaje funcional.

En el arranque de la semana, desde muy temprano, vecinos de la colonia Central Michoacana se concentraron a la altura del Metro Ciudad Azteca para exigir la realización de su feria patronal en las condiciones en que históricamente se llevaba a cabo, es decir, que no se prohíban las bebidas alcohólicas en la festividad. El cierre tomó por sorpresa a conductores y pasajeros que se dirigían hacia la zona de Las Américas y municipios aledaños. La señora Laura Hernández, checadora en la base de taxis y combis que operan en Ciudad Azteca con dirección a la central de Abastos de Ecatepec, relató que el bloqueo provocó un verdadero desorden.
“La gente no podía avanzar, todos estábamos varados sin poder llegar a nuestro destino; fue un caos total, comentó mientras observaba la desesperación de pasajeros que optaron por caminar largos tramos para llegar a sus trabajos o escuelas.
Los inconformes reclamaban que el gobierno municipal autorice nuevamente la venta de bebidas alcohólicas durante la feria, pues según aseguraron, de esa actividad depende el sustento de varias familias.
“Queremos que nos permitan vender lo mismo que antes, porque es lo único que nos da para mantener a nuestras familias”, expresó uno de los organizadores de la protesta. En respuesta, autoridades municipales confirmaron que la feria sí podrá realizarse, pero bajo condiciones estrictas: no habrá venta de alcohol y los comerciantes deberán acatar las disposiciones de Protección Civil y Bomberos, enfocadas en garantizar la seguridad de los asistentes.
El gobierno local defendió la medida argumentando que busca prevenir accidentes y proteger la integridad de los asistentes, especialmente de menores de edad.
La protesta se prolongó por varias horas, generando un severo congestionamiento vial que afectó no solo a Ecatepec, sino también a municipios vecinos como Coacalco y Nezahualcóyotl.
La inconformidad social no terminó ahí. Ese mismo lunes, por la tarde, otro grupo de vecinos bloqueó nuevamente la avenida Central, esta vez de la colonia La Florida. De acuerdo con el testimonio del taxista Mario Martínez Echeverría, quien quedó atrapado en el tránsito, la situación parecía “una broma de mal gusto”, pues eran ya dos manifestaciones en un mismo día, ambas bajo el intenso sol y con consecuencias directas para miles de ciudadanos.
En esta segunda protesta, los habitantes de La Florida exigieron atención inmediata al suministro de agua potable y al colapsado sistema de drenaje que, aseguran, lleva años sin recibir mantenimiento adecuado.
“Cada año es lo mismo, siempre bloquean para exigir agua y drenaje porque nadie los escucha. Ya es una problemática histórica en esa colonia y siguen sin hacerles caso”, explicó el taxista mientras relataba lo vivido. Los vecinos denunciaron que las tomas de agua se encuentran tapadas, impidiendo que las familias cuenten con el líquido necesario para sus actividades básicas. Además, señalaron que las fugas y obstrucciones en el drenaje provocan inundaciones durante la temporada de lluvias, lo que pone en riesgo viviendas y comercios.
Aunque autoridades locales enviaron representantes para dialogar con los inconformes, los colonos insistieron en que no se conformarán con promesas. “Queremos soluciones de fondo, no parches. No podemos seguir viviendo sin agua y con drenajes colapsados”, expresó un representante vecinal.
Para los ciudadanos afectados, la jornada de lunes se tradujo en largas horas de espera bajo el sol, retrasos en sus actividades diarias y la sensación de vivir en una zona donde los problemas sociales se acumulan.