
La nueva Policía de Género de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) busca fortalecer las indagatorias que realice el Ministerio Público y que contengan todos los elementos para judicializar casos de violencia contra la mujer.
Con una mejor preparación para el llenado del informe policial homologado y la puesta a disposición, los agentes serán clave para que las carpetas de investigación sean revisadas por jueces y se aplique el peso de la Ley contra los agresores.
En entrevista con Crónica, María Del Rosario Novoa Peniche, subsecretaria de Desarrollo Institucional de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), explicó que previo al arranque del programa de patrullaje de género, los protocolos carecían de acompañamiento completo previo a que las mujeres decidieran a denunciar a su agresor, por lo tanto, la nueva logística tiene la finalidad de tomar de la mano a las víctimas y capacitarlas para que tengan la fortaleza de acusar a quien les hace daño, en lugar de presionarlas desde el primer momento a acudir a la Fiscalía de justicia y enfrentar un proceso penal.
“La violencia familiar es el tipo de violencia que más se denuncia ante la Fiscalía, el problema es que es muy difícil llegar hasta la judicialización, a lo mucho el 10 por ciento. Tiene que ver con que no se registran las pruebas suficientes y muchos factores, unos de ellos tienen que ver con nosotros, como el primer contacto, el llenado del informe policial homologado y la puesta a disposición, entonces la idea es apoyar a las mujeres que no llegan a la judicialziación para que la carpeta que tiene el Ministerio Público sea robusta, con las pruebas necesarias para que se judicialice”.
“Hay una creencia de que las mujeres se arrepienten (de denunciar), cuando no están preparadas se les debe de canalizar, en lugar de pelear con ella para que denuncie. Una mujer vive el círculo de la violencia, que es difícil salirse porque es un proceso psicológico y no van a denunciar, por eso es mejor llevarlas a donde se le de asesoría jurídica, a un centro de Justicia para las Mujeres, con la preparación es entender esto”.
“Muchas veces no quieren denunciar y no hay una puesta a disposición de un agresor, pero se les orienta a las víctimas a los lugares donde las pueden apoyar jurídicamente, psicológicamente, fortalecer para la independencia económica, programas sociales para sus hijos. Es un trabajo que si no se hace en coordinación con todas las dependencias, está muy difícil”.
Mayor atención en Iztapalapa, Talpan, GAM y ÁO
La subsecretaria destacó que la Policía de Género no tiene que ver únicamente con rondines en colonias y detenciones de agresores, si no en un acompañamiento integral, dado que no todas las víctimas están decididas a denunciar desde el inicio en que son violentadas, por lo que se les capacita para acudir a otras instancias, como albergues, centros de atención y asesoría jurídica.
En la primera etapa, fueron desplegadas 30 patrullas de género con 180 elementos y para final del 2025, se dispondrá de 73 unidades con 438 policías especializados, con especial atención en las alcaldías Iztapalapa, Tlalpan, Gustavo A. Madero y Álvaro Obregón, territorios donde según María del Rosario Novoa, tienen el mayor número de reportes de agresiones hacia el sexo femenino.

Con el equipo más preparado en apoyo a mujeres víctimas de violencia, la nueva Policía de Género de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) presume que su equipo de agentes tiene la capacidad para proteger, cuidar y acompañar a las habitantes que sufren algún delito dentro de sus hogares.
Mejor desempeño para actuar en momentos de crisis
Si bien existen capacitaciones de los elementos con dependencias como la Secretaría de las Mujeres, la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación y la Comisión de Derechos Humanos capitalina, Novoa Peniche subrayó que faltaban prácticas técnicas que fortalecieran el desempeño en territorio de los uniformados en momentos de crisis.
“Necesitábamos algo más aterrizado al trabajo policial, damos capacitación acerca de lo que necesitan mirar en una escena de violencia familiar para aportarlo como prueba al Ministerio Público. Conocer cuál es la dinámica en la que se encuentra la mujer y qué hacer con ella, cómo hacer una visita domiciliaria”.
“Les pedimos a quienes dan medidas de protección que nos dijeran cuál es el riesgo de todas las mujeres, no podemos atender todas todos los días porque son mil 600, entonces preguntamos si vive con el agresor, en casa de su familia o si hay niños, independientemente de la capacitación técnica de género, tengan la formación en la labor policial”.
En los últimos días de septiembre, una fracción del personal policial de cuadrantes y mandos operativos serán certificados en “Primer Respondiente en Delitos de Violencia de Género”, en conjunto con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, especialización que pretende territorializar la atención, para que a final de la administración, todos los elementos que laboran en las calles obtengan dicha certificación, de tal manera que cualquier uniformado tenga la preparación para auxiliar a una víctima.
La innovación del proyecto de Policía de Género en la metrópoli es que la protección no implica únicamente patrullajes en vehículos balizados de color violeta, si no que se trabaja en conjunto con otras dependencias como la Secretaría de las Mujeres, que tiene 27 centros a donde se les canalizar a las víctimas.
Además, con la Secretaría de Movilidad, para estudiar las situaciones de riesgo en salidas de transporte público; en suma con Participación Ciudadana, que posibilita que los vecinos y vecinas comuniquen a las autoridades cuando una mujer sufre maltrato.
Con todo, el personal de la Policía de Género transitará los mercados públicos, Centros de Transferencia Modal (CETRAM), para dar a conocer las líneas de ayuda y modos de apoyo a las víctimas.