
Alrededor de 200 trabajadores de la alcaldía Cuauhtémoc protestaron en la explanada de la demarcación para exigir la entrega de uniformes de protección, cuya compra depende del Gobierno de la Ciudad de México.
Ante la manifestación, la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega acudió acompañada de su gabinete y posteriormente sostuvo una reunión con representantes sindicales. En el encuentro, realizado en un ambiente que fue calificado como propositivo, se acordó establecer canales de comunicación más eficientes y dar seguimiento directo a las demandas de los empleados por parte de la titular y su equipo de directores generales.
Rojo de la Vega recordó que la compra de uniformes fue solicitada desde hace meses y apenas activada el pasado 3 de septiembre por el gobierno central, tras lo cual subrayó que la demora no es atribuible a su administración. Señaló que la situación deriva de una adquisición incompleta realizada en 2024 por un gobierno sustituto y de la falta de recursos autorizados por la administración capitalina.
De acuerdo con la alcaldesa, su gestión ha destinado más de 25 millones de pesos para atender esta demanda histórica y ha insistido personalmente ante la Jefatura de Gobierno y la Secretaría de Gobierno en una pronta solución, ya que no solo Cuauhtémoc, sino varias alcaldías, enfrentan retrasos en la dotación de uniformes.
En cuanto a las condiciones laborales, destacó que en 10 meses de gestión se han realizado más de 500 acciones de dignificación de espacios, entre ellas la rehabilitación de baños, campamentos, planteles de CENDI e infraestructura básica.
“Aquí nadie viene a robar. Estoy en contra de la extorsión y de la corrupción”, afirmó al llamar a mejorar la comunicación interna para evitar inconformidades.
También reconoció que la mayor parte del presupuesto de la demarcación se destina al pago de nómina, lo que limita la atención a otras necesidades.
Aun así, aseguró que su prioridad es brindar mejores condiciones a los trabajadores, a quienes consideró el capital humano más valioso de la alcaldía.
“Lo que sí pido es trabajo. A mí no me gustan los aviadores”, puntualizó.
Finalmente, reiteró su disposición al diálogo directo y transparente. “Prefiero que me lo digan de frente y lo resolvemos, no tenemos que llegar a una explosión de inconformidad”, dijo.