
Durante la administración de Francisco Chíguil Figueroa al frente de la alcaldía Gustavo A. Madero, entre 2018 y 2024, se habrían otorgado contratos por alrededor de 119 millones de pesos a empresas relacionadas con su hermano, Saúl Chíguil, de acuerdo con investigaciones recientes.
Los reportes señalan que las adjudicaciones se realizaron de manera directa, sin procesos de licitación abiertos, en distintos rubros de obra y servicios públicos, lo que ha generado cuestionamientos sobre la transparencia de la gestión.
En algunos casos, las empresas habrían continuado recibiendo contratos mientras el exalcalde se encontraba en funciones, lo que podría implicar posibles conflictos de interés o violaciones al principio de imparcialidad que deben observar los servidores públicos.
Documentos revisados por medios de comunicación indican que los expedientes de contratación fueron elaborados por la propia administración de la alcaldía, sin que existieran registros públicos de competencia con otras empresas.
Hasta el momento, no se han difundido resultados de auditorías ni sanciones por parte del Órgano Interno de Control de la demarcación ni de la Contraloría General de la Ciudad de México.
Fuentes consultadas señalan que la falta de información oficial sobre estos contratos refuerza la percepción de opacidad e impunidad en el ejercicio de los recursos públicos.
Especialistas en temas de rendición de cuentas apuntaron que lo relevante del caso no solo es el monto económico, sino la relación familiar entre el exalcalde y los beneficiarios, así como la ausencia de procesos competitivos.
De acuerdo con analistas, es necesario fortalecer los mecanismos de control y vigilancia en las alcaldías, además de promover auditorías externas que transparenten la totalidad de las adjudicaciones realizadas durante el periodo 2018-2024. También recomendaron ampliar la participación ciudadana en la supervisión de los contratos públicos, con el fin de evitar que prácticas discrecionales se repitan en futuras administraciones.