
Año tras año, durante los meses más fríos en Canadá (Noviembre- Marzo), los bosques que rodean a Valle de Bravo se convierten en el destino de descanso de miles de mariposas monarcas que huyen de las bajas temperaturas canadienses.
Estos pequeños, pero resistentes animales suelen ser relacionados a las festividades de Día de Muertos a causa de los característicos tonos de naranja y negro que decoran sus cuerpos. Además de que para los purépechas (pueblo indígena de Michoacán), simbolizan el alma de los difuntos que están visitando a sus familiares.
El clima de los bosques oyamel y la tranquilidad que los envuelve le ofrecen a las mariposas el lugar idóneo para descansar y reproducirse, ya que las que harán el viaje de regreso a Canadá no son las mismas que llegan a México.
La cercanía a la Ciudad de México de los santuarios Piedra Herrada y El Capulín, también convierten a estos puntos en una gran oportunidad para que los turistas y locales puedan experimentar este fenómeno de temporada
Y aunque cada año la cifra de visitantes cambia, siempre se espera recibir alrededor de 500, 000 visitantes en total entre todas las reservas.

Santuario Piedra Herrada
El santuario más cercano desde el zócalo de Valle de Bravo se encuentra a aproximadamente unos 13 kilómetros; es uno de los sitios más accesibles para el disfrute de este espectáculo de la naturaleza. Se ubica en el municipio de Temascaltepec y forma parte de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, la cual fue declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en el año 2008.
El santuario se encuentra rodeado de montañas que superan los 3,000 metros de altura; para llegar solo hay que tomar una carretera con destino a el Paraje de Piedra Herrada. De ahí la mayoría del trayecto se tiene que realizar a pie, existe la posibilidad de ir a caballo por unos cuantos metros, pero no se permite llevarlos hasta el punto en el que las mariposas decidan reunirse.
Cada año, la locación precisa en el bosque cambia, pero no hay manera de perderse, el sendero es bastante evidente gracias a las indicaciones y delimitaciones que se encuentran a lo largo del camino.
Una vez que se llega a ese punto de reunión, se puede apreciar como las monarcas se han encargado de cubrir los árboles, dando la sensación de que se trata de flores. Durante el ascenso, también es posible ver a las mariposas volando, sobre todo cuando bajan a tomar agua.
Santuario Ejido El Capulín
Otra gran opción para conocer a las mariposas monarcas , es el Ejido El Capulín, en el municipio de Donato Guerra. Los visitantes pueden dejar sus vehículos en el estacionamiento para de ahí ir con alguno de los grupos guiados hacia el Cerro Pelón, en donde se pueden recorrer cuatro kilómetros llenos de aboles de coníferas y posteriormente acceder a esta elevación.

Medidas de seguridad
Es importante, a la hora de visitar estos lugares naturales, conocer los protocolos bajo los que se mantiene la calma y el respeto de la naturaleza. Entre estos lineamientos se encuentran los siguientes:
El mejor momento para observar a las mariposas es alrededor del mediodía, que es cuando normalmente se encuentran en plena actividad.
No importa que tantas ganas de tocar a las mariposas genere estar frente a estas, no hay que hacerlo.
Si les vas a tomar una foto o video, el uso del flash esta prohibido. No se aceptan drones.
No hay que hacer ruido excesivo.
Los tiempos de avistamiento pueden variar dependiendo de la afluencia y condiciones del día. Los guardabosques pueden limitar el tiempo de estancia a un máximo de 15 minutos.
Siempre hay que tener en mente el hecho de que el terreno se encuentra por encima de los 3,000 metros sobre el nivel del mar, por lo que es importante que el guía este enterrado de algún problema de salud.
La ropa y el calzado cómodo también son importantes, al igual que el agua y llevar efectivo porque la señal sueñe ser limitada en estos lugares.
El uso de perfumes y prendas de colores brillantes esta prohibido para evitar que el comportamiento de las mariposas sea alterado.
No esta de más recordar la importancia de cuidar estos santuarios, ya que son vitales para la mariposa monarca encuentra catalogada como especie “En Peligro” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).