En los últimos cinco años, la Ciudad de México ha experimentado avances significativos en la gestión de residuos gracias a la implementación del Plan de Acción Basura Cero. Antes de su inicio, la ciudad generaba diariamente 13 mil toneladas de residuos sólidos urbanos y 14 mil toneladas de residuos de construcción y demolición.

Desde la puesta en marcha de este plan, orquestado por la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), el Gobierno de la Ciudad de México ha logrado avances notables en la reducción de residuos enviados a rellenos sanitarios. En 2018, la ciudad enfrentaba el desafío de disponer de 8 mil 115 toneladas diarias, cifra que ha experimentado una disminución considerable, alcanzando las 6 nil 515 toneladas en 2022. 

El Plan de Acción Basura Cero, más que un conjunto de directrices, representa una estrategia integral que abarca desde la reducción hasta la valorización y retorno a las cadenas de producción de los residuos. 

Uno de sus hitos más destacados ha sido la colaboración con el Congreso local para reformar la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, ahora Ciudad de México. Estas reformas incluyen la prohibición escalonada de productos plásticos de un solo uso, como bolsas desechables, popotes, palitos mezcladores, vasos y sus tapas, charolas para alimentos, platos y cubiertos, globos y varillas, así como bastoncillos para hisopos de algodón.

Un aspecto clave del éxito ha sido la concientización de la comunidad a través de más de 532 visitas informativas a establecimientos mercantiles en zonas comerciales. Con el asesoramiento de 9 mil 782 establecimientos registrados y la capacitación de mil 151 personas como multiplicadoras ambientales, se ha fomentado la adopción de prácticas de consumo más sustentables bajo el lema "Basura Cero". Estas campañas han educado sobre la separación adecuada de residuos y los impactos ambientales de los plásticos desechables.

En el año actual, la Secretaría del Medio Ambiente ha dado un paso más allá con el "Programa de Recolección de RCD bajo la modalidad limpieza de campamentos de resguardo 2023". Con el respaldo de dos Plantas de Tratamiento y Aprovechamiento, este programa ha logrado enviar a reciclaje 28,999 toneladas de Residuos de Construcción y Demolición (RCD), contribuyendo directamente a la visión de economía circular.

Este logro se enmarca en la Norma Ambiental NACDMX-007-RNAT-2019, que clasifica y especifica el manejo integral de los RCD. La gestión adecuada de estos residuos no solo abre la puerta a la fabricación de agregados reciclados para obras públicas y privadas, sino que también reduce significativamente las emisiones de dióxido de carbono equivalente (CO2e) asociadas a la extracción de materia prima virgen, como gravas y arcillas.