El deportivo Carmen Serdán en Loma de la Palma, de la Gustavo A. Madero, destaca por la inseguridad que se vive todos los días, lo que podría entenderse como una zona segura porque desde la entrada se puede ver la caseta de vigilancia, es en realidad una trampa. Alumnos de las escuelas que se encuentran a espaldas del deportivo, en especial la UACM y el IEMS, han sido víctimas de asalto y violencia durante sus trayectos.

Una falsa tranquilidad recibe al peatón e incuso los vecinos pueden disfrutar de una estancia agradable, las canchas deportivas siempre tienen actividad, los niños se divierten en los juegos, algunos otros solo pasan el tiempo en el lugar. Sin embargo, eso es solo la cara del deportivo.

Al adentrarse, poco a poco se va degradando el entorno; la circulación de gente y zonas de recreación desaparecen; del Deportivo Carmen Serdán, aproximadamente la mitad se encuentra en abandono: obras no terminadas, terracería, cascajo y áreas verdes convertidas en matorrales sin control. Al no tener un enrejado o barda en su periferia, el deportivo solo está dividido de la Universidad (UACM) por restos de tierra, cascajo y basura.

Alumnos de la zona escolar de Loma la Palma utilizan el deportivo Camen Serdán como camino para llegar a sus escuelas o regresar a sus hogares y evitar Av. La Corona, donde también se sabe de asaltos frecuentes. Pero el lugar es un punto ciego para las autoridades.

“Mi camión me deja en la base del reclusorio, tengo que caminar para subir a la universidad, un dia me fui por el deportivo pensando que sería más seguro que irme por la avenida (La Corona) pero me asaltaron en una de las partes finales del deportivo, me quitaron mi mochila y ni un cuaderno me dejaron”, explica Balandra, estudiante de la UACM.

A diferencia de los estudiantes, los vecinos de La palma, padres de familia, niños, y usuarios de las áreas deportivas, cuentan que no han sido víctimas de asalto dentro del deportivo, por lo que se deduce que las presas fáciles para asaltantes son los estudiantes.

“Salí de la escuela con un amigo a las 3:00 y nos regresamos por el deportivo, nos sentamos en un árbol a platicar en lo que nos tomábamos un refresco, en un lapso de 5 minutos, pasaron tres veces dos sujetos lo cual me pareció extraño, de pronto se nos acercan y nos dijeron que aflojamos todo lo que traíamos sino íbamos a valer, les dimos dinero cuando mi amigo le dijo que no traíamos más, los sujetos sacaron un picahielo”, explica Regina, estudiante de la UACM.

Los asaltantes aprovechan las zonas no transitadas porque pueden esconderse fácilmente y así hacer de las suyas; “Iba caminando en el deportivo y en la parte donde esta solo, me salió un tipo de atrás de una montaña de material de construcción, me sacó una pistola y como no quería dejar asaltarme, cortó cartucho y no me quedo de otra, aunque le di todas mis cosas, me golpeo”, comparte Christopher, estudiante del IEMS.

Los estudiantes son la población expuesta dentro del deportivo debido a que los delincuentes saben que la gran mayoría no son de la zona y su estancia en el deportivo, regularmente solo es de paso pues lo utilizan también para hacer su camino más corto.

A Michell la asaltaron a medio día, entrando por la parte trasera del deportivo, además de arrebatarle sus pertenencias, sufrió acoso por parte del agresor: “Me metí por el deportivo para hacer el camino más corto, entrando dos personas salieron de entre los árboles y me quitaron todas mis cosas, les di todo por miedo a lo que me pudieran hacer y no bastó, me manosearon en plena luz del día”.

“Hoy en día es un mito eso de que solo asaltan de noche, a mí y cuatro compañeros nos han asaltado en la mañana, en la tarde y en la noche, Cuautepec no es un lugar seguro”, asevera Regina.