Omar García Harfuch y Batman, la estrategia política que a nadie se le ocurrió
De llegar a la candidatura, y aún más, a gobernar la capital, Omar García Harfuch le deberá el punto más alto de su carrera a la persona que decidió un día, que él es el Batman que la ciudad necesita
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Omar García Harfuch, aspirante a la coordinación de la 4T en la Ciudad de México; asistió a una asamblea informativa en la alcaldía de la Gustavo A. Madero
El exsecretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, no necesita una campaña política para posicionarse como el contendiente favorito de Morena a la candidatura por la Jefatura de Gobierno, pues su nombre resuena hasta en el Metro de la Ciudad de México.
En la estación Zapata de la línea 3 de este sistema de transporte, un par de jóvenes encontraron un peculiar objeto digno de cualquier campaña mercadológica: un sticker para personalizar la Tarjeta de Movilidad Integrada con el símbolo que desde hace unas semanas promueve a Harfuch en su carrera por la candidatura.
Se trata del reconocido escudo que caracteriza al superhéroe de D.C. Comics, Batman, pero que fue adornado con una sola palabra: HARFUCH, así en letras mayúsculas, y es que durante su paso como titular de la SSC, en reiteradas ocasiones sus seguidores lo comparaban con el Caballero de la Noche.
Es así como por tan solo 10 pesos, cualquiera puede llevar en el bolsillo a este proclamado superhéroe de la capital, el que, presumen, ha combatido a la delincuencia y que en recientes declaraciones ha prometido hacer de la CDMX "la ciudad más segura del mundo".
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Aunque parezca un evento aislado y meramente curioso o ridículo, la realidad es que el marketing viral es un modo de publicidad de alcances orgánicos, pero sobre todo gratuito, genuino, consumible, escalable y motivador; si a eso se le agrega un personaje atractivo y carismático, resulta en la estrategia política más efectiva y menos aprovechada en el país, una que ni siquiera los hashtags han logrado.
De llegar a la candidatura, y aún más, a gobernar la capital, Omar García Harfuch le deberá el punto más alto de su carrera a la persona que decidió un día, que él es el Batman que la ciudad necesita para acabar con la delincuencia que azota con miedo a locales y foráneos.