México tiene un amargo problema con el abasto de azúcar. Como en los viejos tiempos, reaparecieron los especuladores, que, según cálculos extraoficiales, mantienen escondida 1 millón de toneladas de azúcar.
Esa cantidad representa casi una quinta parte de la producción anual total de 5 millones 200 mil toneladas.
La consecuencia directa ha sido una alza descomunal en el precio del dulce.
En los últimos seis meses el precio se ha disparado en 60 por ciento y sólo en las últimas tres semanas, el precio se ha elevado 25 por ciento.
Es tal la importancia del precio del azúcar en la canasta básica que Banco de México anticipa que impactará directamente en el nivel de la inflación.
Lo grave del problema es que el gobierno no ha podido detectar exactamente quiénes son los especuladores.
Es decir, no tiene identificado en qué parte de la cadena operan los especuladores.
En ese contexto, la Secretaría de Economía, analiza la posibilidad de autorizar un nuevo cupo de importación.
La subsecretaria de Industria, Rocío Ruiz, calcula que el nuevo cupo podría ser de 100 mil toneladas de azúcar.
La idea de la funcionaria es enviar una señal al mercado para que se corrija la distorsión de precios que se está registrando.
Pero para los industriales, esa cantidad no resolverá el problema.
El presidente de la Comisión de Azúcar de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Héctor Álvarez de la Cadena, es mucho más drástico y sostiene que el gobierno mexicano debe autorizar un nuevo cupo por 500 mil toneladas.
Y es que su pronóstico es catastrofista.
Si siguen las cosas como están (es decir, descontroladas) México podría registrar lo que en el sector se conoce como existencia cero.
Para noviembre podría haber un desabasto total de azúcar si no se autoriza la importación de media tonelada de azúcar, sentencia.
El representante de los industriales que utilizan el azúcar como su principal insumo, refresqueras, chocolateras, panaderos, etcétera, advierte que los daños que está registrando este sector son graves.
La propia subsecretaria admite que la distorsión en el mercado del azúcar ha provocado que importantes empresas como Ferrero y Lalín hayan preferido invertir en Canadá y San Francisco, respectivamente, en lugar de México.
La Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA) exige que la Secretaría de Economía autorice que esa a través de esa organización la importación de los cupos.
La Secretaría de Economía hasta ahora lo hace a través de los industriales consumidores.
Y mientras se discute si se aumentan o no las cuotas de importación de azúcar, su artificial escasez ha elevado el precio aceleradamente.
Hoy en México el azúcar es más cara que en Estados Unidos.
En México cuesta 900 dólares por tonelada, mientras que en Estados Unidos cuesta 770 dólares por tonelada.
Con el nuevo cupo de importación por 100 mil toneladas que analiza autorizar la Secretaría de Economía calcula que el precio podría bajar por lo menos 20 por ciento.
Para los industriales-consumidores esa cuota simple y sencillamente sería insuficiente porque la industria no puede trasladar el aumento del precio del insumo a sus clientes.
El diagnóstico de la Canacintra es que existe un fenómeno de especulación y acaparamiento, que está tipificado como un delito penal en el Código Penal.
Alvarez de la Cadena considera que la solución definitiva sería adelantar la entrada en vigor de los mercados abiertos entre Estados Unidos y México prevista para el año 2008, cuando se derribarán los aranceles al azúcar, maíz, leche y fríjol.
Hasta ahora, el panorama no está claro y la Secretaría de Economía se reunirá la próxima semana con la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera y la Canacintra.
Por lo pronto el mercado del azúcar en México es un caos.
Por eso México está viviendo una crisis de azúcar amarga.
ANECDOTARIO. Los cableros en conjunto se oponen al Acuerdo de Convergencia Tecnológica que propone la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y así lo manifiestan públicamente. Amenazan con una lluvia de amparos. La papa del triple play está ardiente.
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