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“100 días de acción e ira”: Macron tendrá su “mayo francés” por reforma a las pensiones

Sindicatos amenazan con protestas, paros y con apagar la luz en servicios y en viajes del Ejecutivo. El Festival de Cannes o el GP de Mónaco podrían sufrir por el pequeño “mayo francés” invocado por el mandatario.

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Los sindicatos franceses harán coincidir el Día del Trabajo con una nueva movilización nacional.

Los sindicatos franceses harán coincidir el Día del Trabajo con una nueva movilización nacional.

Arab Observer

Los mueve el enojo y la inconformidad. Alguien diría que la furia. Se han agrupado en nombre de una campaña que calienta las redes sociales, que hierve en pancartas y en posteos digitales. “¡100 días de cólera! ¡100 días para ganar!”, reza un comunicado que circula en Twitter.

Enojados por la aprobación de la reforma a las pensiones, los líderes de la Federación Nacional de Minas y Energía (FNME) de Francia anunciaron la campaña “100 días de acción e ira”.

Amenazan con un torbellino de protestas y paros, y con hundir en la oscuridad servicios y viajes del Ejecutivo, así como eventos culturales y deportivos de alto perfil. El Festival de Cine de Cannes, el torneo de Roland Garros y el GP de Mónaco podrían ser suspendidos por un pequeño “mayo francés” provocado por el presidente Emmanuel Macron.

“Hagan lo que quieran”

La Federación Nacional de Minas y Energía (FNME) de Francia, que forma parte de la Confederación General del Trabajo (CGT), emitió la advertencia y pidió a los trabajadores que "hagan lo que quieran" durante mayo, incluido cortar el suministro eléctrico.

Las amenazas sindicales se expresan en un cartel que circula en las redes sociales. Su título "¡100 días de ira!" no es más que una burla del reciente llamado de Macron a 100 días para apaciguar Francia después de la turbulencia que levantó su aprobación por decreto a la reforma de las pensiones.

Por los “métodos antidemocráticos” del mandatario, dice la FNME, es que este sindicato ha convocado a un “Día nacional de ira en energía” para el 3 de mayo; y su amenaza de cortes de luz afectaría a eventos importantes de interés mundial.

Han presionado para que se corte la electricidad en el Festival de Cine de Cannes (del 16 al 27 de mayo), el más prestigioso de los encuentros cinematográficos en todo el mundo.

Igual para el GP de Fórmula 1 de Mónaco (del 26 al 28 de mayo), el de mayor abolengo en todo el circuito de carreras de la máxima categoría del automovilismo.

Lo mismo para Roland Garros (del 28 de mayo al 28 de junio), uno de los cuatro torneos más importantes del mundo y que forma parte del Gran Slam tenístico.

Y también se tiene en la mira al Festival d'Avignon (5 al 25 de julio) de artes escénicas. Es el más antiguo y célebre de Francia, y uno de los de mayor tradición en toda Europa.

“Los sindicatos, sus afiliados, sus militantes… seguirán defendiendo el interés público utilizando una de sus herramientas más eficaces”, dice uno de tantos carteles en referencia al corte del suministro eléctrico.

De hecho, ya se han efectuado acciones contra Macron en ese sentido. Durante una visita a Alsacia, se cortó el suministro eléctrico a una fábrica mientras el presidente andaba por ahí. Sébastien Menesplier, secretario general de la FNME apareció en televisión para defender los cortes de luz y confirmar la estrategia de protesta:

“Dondequiera que estén los ministros del gobierno, los trabajadores de la energía los enfrentarán para expresar su enojo”.

El pasado martes, Macron visitó un centro sanitario en Vendôme, a 200 kilómetros al sur de París, y la organización del viaje suspendió todo encuentro con los ciudadanos para evitar altercados.

Gracias a un fuerte dispositivo policial y de seguridad se evitó que el mandatario escuchara el ruido de las caceroladas y los eslóganes contra su gestión.

En Francia, el estrépito provocado por cacerolas al ser golpeadas es una forma tradicional de protesta destinada a alargar el discurso de un político o mostrar desprecio por una decisión en particular.

Un estudiante escribe

Un estudiante escribe "Revolución" durante una de las protestas en Francia.

EFE

Un pequeño “mayo francés”

La serie de paros, protestas, suspensión de servicios y saboteo de actividades del Ejecutivo que se vislumbran para el mes de mayo, recuerdan el histórico episodio que se vivió en Francia durante el mismo mes, pero de 1968.

Por supuesto, se deben guardar las proporciones. Lo que termine sucediendo el próximo mes no tendrá la repercusión de lo que pasó en la Francia de los 60. El mundo entero estaba cambiando y la aguerrida retorica marxista guiaba las conciencias de millones de irreverentes que buscaban tumbar el capitalismo y socavar a la imperante sociedad de consumo.

En aquel “mayo francés” llovieron las protestas, especialmente en París, en contra del gobierno. Primero fueron estudiantes y obreros industriales. Luego se sumaron sindicatos y el Partido Comunista Francés. Todo resultó en la mayor revuelta estudiantil y huelga general de la historia de Francia.

Se dice que durante esas semanas se movilizaron más de 9 millones de personas. Y la influencia de esos acontecimientos se palpa ahora en la proliferación de organizaciones sociales y la idea de la calle como escenario de lo político.

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agencias
Muchas manifestaciones están previstas en todo el país tras el veredicto.

Día del trabajo, día de paros

Este miércoles, la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) informó en un comunicado que ha pedido a las aerolíneas que supriman un 33 % de las operaciones en el aeropuerto parisino de Orly, así como en los de Marsella, Lyon, Burdeos, Nantes y Toulouse. Además, tendrán que suprimir un 25% de los vuelos en Charles de Gaulle, también en la capital.

Para este 28 de abril se espera una gran huelga que servirá de ensayo para lo que se presente el Día del Trabajo. Habrá interrupciones en las labores del transporte ferroviario; mientras que la Asociación Nacional de Estudiantes de Medicina dijo en Twitter que "tiene la intención de unirse al día mundial de protesta el 28 de abril".

Para el 1 de mayo se esperan marchas en París, Nantes, Marsella, Lyon, Toulouse, Niza, Montpellier y Estrasburgo. Y es que todos los sindicatos franceses han decidido hacer coincidir el Día del Trabajo con una nueva movilización nacional. En algunos casos las movilizaciones y paros podrían prolongarse hasta el 4 de junio.

Todos estos eventos golpean fuerte la imagen del presidente francés, que afronta los cuatro años que le restan con sus tasas más bajas de popularidad y sin una mayoría en las cámaras legislativas.

"Más aislado que nunca", dice el diario Libération, Emmanuel Macron es ejemplo de un presidente primero despreciado y luego depreciado, en medio de una incómoda realidad que sacude a la Francia donde florecieron derechos de la humanidad que hoy son de valor universal.