
La hambruna deliberada de Israel contra Gaza, constitutiva de crimen de guerra y lesa humanidad, sigue sembrando muerte en la Franja de Gaza, sometida a un cruel bloqueo ante la indiferencia o la protesta inútil de la comunidad internacional. La consecuencia es que este domingo se rebasó la cifra de un centenar de niños muertos, tras conocerse el fallecimiento de dos menores en las últimas horas.
Este hito infame supone casi la mitad de muertos por desnutrición, que son ya 210, cuando el gobierno de Benjamín Netanyahu decidió convertir la hambruna en un arma de guerra más, sumado a la destrucción de hospitales y campos de refugiados.
En los pocos centros médicos que siguen funcionando, aunque de forma precaria por los bombardeos y la falta de medicina, se registraron desde el sábado cinco fallecidos por inanición, entre ellos dos niños, de acuerdo con el comunicado de Sanidad, controlado por Hamás.
Durante el mes de julio, las muertes en Gaza por falta de alimento se dispararon después de meses de bloqueo a la entrada de ayuda humanitaria por parte de Israel, que controla todos los accesos al territorio. Entre el 2 de marzo y el 19 de mayo el bloqueo fue total, mientras que el flujo de ayuda es ahora muy limitado e insuficiente, denuncian las organizaciones humanitarias.
Israel informó este domingo que en la última semana —del 3 al 9 de agosto— 1,900 camiones de ayuda humanitaria “fueron recogidos y distribuidos” en Gaza, lo que supone una media de 270 camiones diarios frente a los 600 necesarios -según las organizaciones humanitarias- para cubrir las necesidades urgentes de los gazatíes.