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El Ejército israelí sostiene que los fallecidos por desnutrición tenían condiciones médicas previas, mientras que el Gobierno de Hamás acusa a Israel de bloquear alimentos provocando una crisis reconocida por organismos internacionales

Gaza acusa a Israel de negar la hambruna y atribuir las muertes a enfermedades

Franja de Gaza

El Gobierno de Hamás en la Franja de Gaza rechazó este martes las declaraciones del Cogat, el organismo militar israelí encargado de los asuntos civiles en los territorios palestinos, que acusa a los islamistas de “amplificar la narrativa de la hambruna” incluyendo entre los fallecidos por desnutrición a pacientes con enfermedades graves.

Según el Ejército israelí, un análisis caso por caso muestra que la mayoría de los cerca de 230 muertos reportados por la Sanidad gazatí desde octubre de 2023 —103 de ellos niños— presentaban problemas de salud previos que deterioraron su condición independientemente de su estado nutricional.

Como ejemplo, citó el caso de Abdullah Hani Muhammad Abu Zarqa, un menor de cuatro años que, según un documento hospitalario, padecía raquitismo hipocalcémico, una enfermedad genética que afecta la absorción de vitaminas y minerales. Israel ha afirmado que otros niños mostrados en medios internacionales como víctimas de hambre sufrían padecimientos similares.

El Ministerio de Sanidad de Gaza respondió que “las enfermedades crónicas no eximen de responsabilidad”, ya que estos pacientes también requieren una alimentación adecuada, medicinas y atención médica, bienes que —asegura— escasean debido al bloqueo israelí y al ataque a infraestructuras alimentarias, como 44 cocinas comunitarias y 57 centros de distribución. Añadió que organizaciones internacionales y agencias de la ONU, como el Programa Mundial de Alimentos, la OCHA y la OMS, han documentado niveles de hambre que alcanzan fases avanzadas de hambruna.

Hamás también denunció que Israel veta la entrada de más de 430 productos alimenticios, incluidos carnes, pescados, verduras, lácteos y frutas, y que mantiene un control estricto sobre el ingreso de ayuda. Según datos del Cogat, la semana pasada entró una media de 270 camiones diarios, muy por debajo de los 500 a 600 que la ONU estima necesarios para atender a la población, afectada por casi dos años de ofensiva militar.

Pese a las acusaciones cruzadas, Israel no ha presentado una cifra propia de muertes por desnutrición. El Ministerio de Sanidad gazatí, que normalmente publica la identidad de los fallecidos, se negó esta vez a difundir los nombres de los últimos cinco muertos —entre ellos dos niños—, alegando respeto a la privacidad de las familias.

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