
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este lunes al Departamento de Defensa que asuma un papel más importante en la aplicación de la ley nacional, incluso “reprimiendo disturbios civiles”, informó “The New York Times”, mientras amenaza con ampliar los despliegues de la Guardia Nacional en ciudades gobernadas por sus enemigos políticos.
La orden ejecutiva también formaliza la creación de unidades de la Guardia Nacional especialmente entrenadas en el Distrito de Columbia y los 50 estados que pueden movilizarse rápidamente para “garantizar la seguridad y el orden públicos”.
Si bien en el pasado los gobernadores han movilizado temporalmente tropas de la Guardia para responder a desastres naturales y ocasionalmente a disturbios civiles, la orden parece crear un papel interno mucho más grande para la Guardia Nacional.
La orden del lunes parece crear una fuerza de soldados de la Guardia que podría ser convocada por la Casa Blanca independientemente de si las fuerzas del orden estatales y locales están disponibles y son capaces de manejar disturbios civiles, lo que plantea importantes cuestiones legales.
Según una ley de 1878 llamada Ley Posse Comitatus, normalmente es ilegal utilizar tropas federales en territorio nacional con fines policiales. Sin embargo, al federalizar la Guardia Nacional de California, Trump invocó una ley, la Sección 12406 del Título 10 del Código de Estados Unidos, que le permite llamar a miembros y unidades de la Guardia Nacional al servicio federal en determinadas circunstancias, incluso durante una rebelión contra la autoridad del gobierno federal.
“Amenaza las libertades fundamentales”
“Reprimir los disturbios civiles es responsabilidad de las fuerzas del orden estatales y locales, excepto en los casos más extremos”, declaró Elizabeth Goitein, directora sénior del Centro Brennan para la Justicia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York.
“Que los soldados vigilen las protestas, como prevé esta orden, amenaza las libertades fundamentales y la seguridad pública, y viola un principio centenario que prohíbe la participación de las fuerzas armadas en la aplicación de la ley nacional”, agregó.
Estado de “emergencia criminal”
El Pentágono no respondió de inmediato a las preguntas sobre la orden, que se produjo dos semanas después de que Trump declarara una “emergencia criminal” en el Distrito de Columbia y desplegara tropas de la Guardia Nacional en la capital de la nación, a pesar de las objeciones de los funcionarios locales que han dicho que el crimen en la ciudad está en su nivel más bajo en décadas, según subrayó NYT.
Trump ha considerado abiertamente la posibilidad de ampliar los despliegues a otras ciudades, en particular a bastiones demócratas como Nueva York, Chicago y Baltimore, alegando que la delincuencia allí está fuera de control. Trump afirmó que podría “resolver” la delincuencia en Chicago en una semana, aunque evadió si planeaba seguir adelante con el envío de tropas.