
El Gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles que retomará el control directo de Union Station, la estación central de trenes en Washington, como parte de su estrategia para aumentar la seguridad y el orden en la capital.
El secretario de Transportes, Sean Duffy, informó que el Departamento de Transportes asumirá la gestión completa de la terminal, hasta ahora operada por la empresa privada Union Redevelopment y la ferroviaria pública Amtrak. Según explicó, el objetivo es mejorar las condiciones del recinto, considerado durante años descuidado.
“Queremos que Union Station sea un espacio atractivo, limpio y seguro, no solo la estación más importante de América, sino del mundo”, declaró Duffy durante la presentación de nuevos trenes de alta velocidad en el lugar.
En este marco, se desplegaron más de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional, sumados a agentes de la Policía Metropolitana y de agencias federales como el FBI, la DEA y el ICE. De acuerdo con la fiscal general, Pam Bondi, hasta la fecha se han registrado 1.178 detenciones y se han confiscado 123 armas ilegales.
Sin embargo, organizaciones civiles denuncian que la llamada “guerra contra el crimen” está siendo utilizada también para detener a migrantes indocumentados, lo que ha generado preocupación por posibles abusos y un uso político de la seguridad pública.