
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este lunes en la sede de la ONU en Nueva York el reconocimiento del Estado de Palestina, un día después de que lo hicieran Reino Unido, por lo que Estados Unidos se queda como el único miembro de las cinco potencias con derecho a veto en el Consejo de Seguridad que se niega a reconocer el derecho de los palestinos a un Estado independiente. En 1988, China y Rusia (entonces parte de la URSS) reconocieron al Estado palestino.
En el momento en que Macron declaró el reconocimiento, la sala de la Asamblea General donde se celebra la conferencia internacional por la solución de dos Estados estalló en aplausos.
“Este reconocimiento de los derechos legítimos del pueblo palestino no quita nada a los derechos del pueblo de Israel, que Francia apoyó desde el día uno”, recordó Macron. “Este reconocimiento es para afirmar que el pueblo palestino es un pueblo que nunca dice adiós a nada, como Mahmud Darwish (el poeta palestino), un pueblo con unas sólidas raíces históricas y con dignidad”, añadió.
El reconocimiento de Francia del Estado palestino tiene un gran impacto en Israel, ya que Francia es el país europeo donde residen más judíos y el tercero del mundo, sólo por detrás de Israel y Estados Unidos, y por arriba de Canadá, que el domingo también reconoció al Estado palestino.
“No es un premio a Hamás”
Macron quiso dejar claro que, a diferencia de lo que denuncia el gobierno de Benjamín Netanyahu, reconocer el Estado palestino “no es un premio para Hamás”, sino lo contrario, ya que si las autoridades del Estado judío y su aliado EU aceptaran la fórmula dos Estados, las negociaciones conducirían rápidamente al desarme de todas las guerrillas palestinas, como condición necesaria para que la comunidad internacional reconozca definitivamente al nuevo país.
“Este reconocimiento es una derrota para Hamás, al igual que para todos aquellos que fomentan el antisemitismo y alimentan las obsesiones antisionistas y que quieren la destrucción del Estado de Israel”, subrayó.
De hecho, en la conferencia de los dos Estados, copatrocinada por Francia y Arabia Saudí, se escuchará, por primera vez a los países árabes pedir a la milicia Hamás que abandone el poder en Gaza.
Uno de los dos principales cambios en estos dos años que justifican el reconocimiento del Estado palestino, según el Elíseo, es que han variado “los objetivos declarados por Israel” con su ofensiva en Gaza, pero también el salto que ha dado el Gobierno de Netanyahu en la colonización de Cisjordania.
En el entorno de Macron creen que “la anexión de Cisjordania es una línea roja clara” porque sería “una de las medidas que más gravemente comprometería la perspectiva de una solución de dos Estados”.
El paso dado por Francia (condenado por la ultraderechista Marine Le Pen) también encuentra su origen en la respuesta a la carta que Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, envió el 10 de junio a Macron y a Mohamed Bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí. En dicha misiva, el dirigente palestino denunció la masacre del 7 de octubre de 2023 cometida por Hamás, defendió la desmilitarización de esa milicia islamista y prometió renovar la gobernanza de la Autoridad Palestina.
Advertencia a Israel
En paralelo al anuncio de Macron en la ONU, el ministro francés de Exteriores, Jean-Noel Barrot, advirtio a Israel que si toma represalias a su reconocimiento del Estado palestino, como el cierre de su embajada en París, replicará “con una extrema firmeza”.
Preguntado en una entrevista sobre esa posibilidad, Barrot ha subrayado que “en ningún caso es su interés. Si se toman ese tipo de medidas, responderemos con una extrema firmeza. Espero que no llegaremos hasta allí” y ha insistido en que la iniciativa del reconocimiento del Estado palestino “concurre a la seguridad de Israel”.
“Su aplicación será progresiva y condicionada a elementos sobre el terreno, incluida la liberación de los rehenes”, puntualizó el jefe de la diplomacia francesa.
Otra de las condiciones fijadas por Francia para dar pasos en la concreción de ese reconocimiento es que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), como se ha comprometido, lleve a cabo una profunda reforma de su gobernanza, y que haya un desarme de Hamás, que tendría que dejar de controlar Gaza, para lo que se espera también la ayuda de países árabes aliados.
Igualmente ha dicho que “nuestro análisis, nuestra convicción profunda es que el Estado de Palestina significa el fin de Hamás y la seguridad para Israel”.
Barrot ha justificado el hecho de no querer utilizar el término genocidio para llamar a lo que está ocurriendo en Gaza con la ofensiva militar israelí con el argumento de que esa cuestión corresponde decidirla “a las jurisdicciones internacionales, al Tribunal Internacional de Justicia, a la Corte Penal Internacional” (CPI).
No obstante, ha hecho notar que el informe de la ONU en el que se utiliza el término de genocidio pone en evidencia la gravedad de la situación y es un llamamiento para que “cese” porque “Gaza se ha convertido en un lugar de muerte”.
Banderas palestinas en ayuntamientos
La noche del domingo se proyectó en la torre Eiffel la bandera palestina y la israelí unidas por una paloma que llevaba en su pico una rama de olivo, símbolo de la paz.
Una proyección en uno de los monumentos más simbólicos de Francia en plena polémica por la iniciativa del Partido Socialista, que ha pedido a los Ayuntamientos que este lunes ondeen la bandera palestina de forma simbólica.
Una iniciativa a la que respondió el ministro del Interior, el conservador Bruno Retailleau, con una directiva para pedir que la Justicia actúe contra los Ayuntamientos que lo hagan, por considerar que eso constituye un acto contrario a la neutralidad.