
El triunfalismo del gobierno de Claudia Sheinbaum sobre una supuesta caída de la violencia en México contrasta dramáticamente con lo que denuncia el Índice de Conflictos y Violencia Política 2025.
Según el último ránking, elaborado por la organización internacional Datos de Ubicación y Eventos de Conflictos Armados (ACLED), Palestina es el lugar más peligroso del planeta, seguido por Sudán, Birmania, Siria y México.
De estos cinco países, Palestina y Sudán sufren genocidio, según diferentes organizaciones, mientras que Birmania enfrenta un doble crimen de lesa humanidad: genocidio contra la minoría Rohinyá y represión brutal contra la población por parte de la junta militar. Esto mantiene a México como el primer país no en guerra más peligroso del mundo, según ACLED.
Siria, por el contrario, cae al quinto puesto gracias a la derrota del régimen de Bashar al Asad y el intento del nuevo gobierno de estabilizar el país árabe, luego de una década de sangrienta guerra civil sectaria.
La subida más espectacular la tuvo Ecuador, que se coloca en sexto lugar tras escalar 36 puestos, mientras que Brasil ocupa el séptimo. La lista de los 10 países más peligrosos la cierran Yemen, Burkina Faso y Ucrania, que va camino de los cuatro años de invasión rusa.
240,000 muertos
ACLED evalúa cada país mediante cuatro indicadores: letalidad, peligro para civiles, difusión geográfica de la violencia y fragmentación de grupos armados.
En 2025 contabilizó un total de 204,605 eventos violentos, con más de 240,000 muertos y un promedio de 550 incidentes diarios.
México cae un puesto: nada que celebrar
El ranking destaca la caída de Ucrania, del segundo al décimo puesto; y la subida de Sudán, del séptimo al segundo, por el incremento brutal de la violencia contra la población por parte del Ejército y de la milicia paramilitar financiada por Emiratos Árabes.
Brasil empeoró al pasar del noveno al séptimo puesto, mientras que México mejoró levemente, con una caída del tercer al cuarto lugar. En ambos casos, los dos países no en guerra convencional sufren los estragos del crimen organizado, en ocasiones con fuerzas del Estado coludidas, lo que ocasiona niveles dramáticos de asesinatos.
Otros países latinoamericanos incluidos en el índice son Colombia (14), Guatemala (17), Honduras (26), Venezuela (34), Perú (43) y Chile (46), mientras que Bolivia (52) aparece en la categoría de violencia “baja o inactiva”.
Rusia está en el número 19, con impacto “alto”, e Israel en el 41 con la etiqueta de “turbulento”. Estados Unidos se sitúa en la posición 51, tres más que en 2024, cerrando el índice junto con Grecia (55), Alemania (59) y Francia (60), todos con violencia relativamente baja o inactiva.
Ecuador, el que más preocupa
ACLED reveló también su Lista de Seguimiento de Conflictos 2026, que identifica diez países y regiones donde se espera una escalada de conflictos, violencia política y crisis humanitarias el próximo año.
Entre ellos destacan Ecuador, descrito como “epicentro de violencia criminal, con la mayor tasa de homicidios de la región”, y, en general, América Latina y el Caribe, donde la persistencia de la criminalidad y el aumento de la militarización estatal profundizan los conflictos internos y la exposición de la población.
La consejera delegada de la entidad, la académica Clionadh Raleigh, advirtió: “2024 fue sangriento. 2025 fue peor. En 2026 entraremos en una era peligrosa, en la que la tolerancia a la violencia está aumentando”.
Injerencia de EEUU
Sandra Pellegrini, analista de América Latina y el Caribe, destacó que la región “se enfrenta a un aumento del despliegue militar de Estados Unidos y de los enfoques de lucha contra el terrorismo aplicados al crimen, lo que profundiza los conflictos, alimenta la militarización interna y la violencia estatal”.
En Oriente Medio, los expertos señalan que, aunque las operaciones militares de Israel en Palestina pueden fluctuar, los conflictos subyacentes permanecen sin resolver, manteniendo la región profundamente inestable.