
La libertad de expresión a nivel mundial cayó 10 por ciento entre 2012 y 2024, un retroceso que no se registraba desde periodos de conflictos bélicos como las guerras mundiales o la Guerra Fría.
La advertencia fue hecha por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que relaciona esta caída con el debilitamiento de la democracia, el aumento de la violencia contra periodistas y la expansión de la desinformación.
Un deterioro que recuerda épocas extremas
El estudio Tendencias mundiales, periodismo: configurando un mundo en paz 2022/2025 señala que el descenso en la libertad de expresión es comparable con los momentos más críticos del siglo pasado.
Aunque entre 2012 y 2019 la reducción fue gradual, a partir de 2020 el proceso se aceleró y se volvió más marcado desde 2022, con una caída anual superior al promedio del periodo analizado.
El periodismo bajo presión constante
La Unesco advierte que este retroceso está ligado a las condiciones en las que hoy se ejerce el periodismo.
La autocensura entre reporteros crece cerca de cinco por ciento cada año y en conjunto, aumentó 63 por ciento entre 2012 y 2024. El temor a represalias ha llevado a muchos comunicadores a evitar coberturas relacionadas con corrupción, crimen organizado o abusos de poder.
Violencia e impunidad persistente
Entre 2022 y 2025, al menos 185 periodistas fueron asesinados en el mundo, lo que representa un incremento de 67 por ciento frente a los cuatro años anteriores.
Solo en 2025 se registraron 91 muertes y en más de cuatro de cada diez casos se trató de ataques deliberados. A esto se suma un alto nivel de impunidad, ya que hasta 2024 el 85 por ciento de estos crímenes no había sido castigado.
América Latina: región especialmente vulnerable
El informe subraya que en América Latina y el Caribe ejercer el periodismo se ha vuelto cada vez más peligroso. Entre 2018 y 2024, cerca de mil periodistas se vieron obligados a desplazarse de manera forzada.
A la violencia física se suman el acoso digital, las demandas legales abusivas y la aprobación de leyes que dificultan el trabajo del periodismo independiente.
Medios periodísticos vigilados
La vigilancia digital y las normas restrictivas aumentaron 48 por ciento en el periodo analizado.
La Unesco también alerta sobre el dominio de las grandes plataformas tecnológicas, que han facilitado la propagación del discurso de odio y la desinformación.
Además, la expansión de la inteligencia artificial generativa ha profundizado la crisis de credibilidad y valor de los medios tradicionales.
Informar sobre el medio ambiente: Democracia en retroceso global
Los periodistas especializados en temas ambientales enfrentan riesgos particulares. Desde 2010 se han documentado 46 asesinatos de comunicadores dedicados a esta cobertura, con apenas seis condenas.
Entre 2009 y 2023 se registraron 749 ataques, amenazas o agresiones relacionadas con su labor informativa.
Para especialistas como Catalina Botero, presidenta de la Cátedra Unesco de Libertad de Expresión de la Universidad de los Andes, los datos confirman una relación directa entre democracia y libertad de expresión.
Sin hechos compartidos ni información confiable, advirtió, la conversación democrática se debilita, especialmente ante campañas de desinformación que buscan desacreditar al periodismo.