Al menos cuatro civiles, entre ellos tres niños de entre 10 y 14 años, murieron y dos resultaron heridos en un ataque este domingo con dron atribuido a Israel que impactó contra el coche en que viajaban en la localidad de Aynata, en el sur del Líbano, informó la Agencia Nacional de Noticias (ANN) libanesa.
“El enemigo israelí atacó recientemente un vehículo civil en la carretera que conecta Aynata con Aitaroun, dentro del cual se encontraban tres niños”, dijo la ANN.
Según la fuente, el ataque alcanzó directamente el automóvil, que volcó y estalló, dejando al menos cuatro muertos y un herido, mientras que el impacto también provocó daños a otro vehículo que iba delante y que conducía en solitario el periodista libanés Samir Abdel Hussein Ayub, que resultó herido.
Tres hermanos de 10, 12 y 14 años murieron en el ataque, en el que también falleció su abuela, mientras que la madre resultó herida, según la fuente.
El primer ministro del Líbano, Najib Mikati, dijo que “la muerte de cuatro personas, entre ellas tres niños”, en un ataque israelí con “disparos de drones” en la carretera que conecta las localidades sureñas de Aynata y Aitaroun es “un crimen atroz que se suma al historial de crímenes de la ocupación”.
“Este crimen atroz no pasará desapercibido, será monitoreado por el Gobierno a través de comunicaciones internacionales y también se presentará (este lunes) una denuncia urgente contra el enemigo israelí al Consejo de Seguridad”, dijo el premier, de la minoría musulmana sunita.
Mikati indicó que los 15 países con representación en el Consejo de Seguridad deben implementar la Carta de las Naciones Unidas y “tomar medidas para frenar los ataques y salvar lo que queda de humanidad y justicia”.
Aseguró que el ataque representa “una nueva mancha en la conciencia mundial que tolera lo que la ocupación israelí está haciendo en el sur del Líbano y en Gaza” desde que estalló la guerra entre el grupo islamista palestino Hamás e Israel el pasado 7 de octubre.
La respuesta del grupo terrorista chií, que controla de facto el sur de Líbano, no se hizo esperar.
Un civil israelí murió este domingo por el disparo de un misil antitanque desde el Líbano hacia el norte de Israel, mientras siguen los intercambios de fuego entre el Ejército israelí y milicias en el país árabe en plena escalada de tensión.
La autoría del ataque fue reivindicada por Hezbolá, que dijo que actuó “en respuesta al crimen atroz y brutal cometido” por Israel poco antes.
El fuego cruzado entre Israel y milicias en Líbano —tanto milicianos palestinos como el grupo terrorista chií Hezbolá— se repite casi a diario desde el inicio de la guerra entre el Ejército israelí y el grupo terrorista Hamás en Gaza hace prácticamente un mes.
La guerra ha elevado la tensión en toda la región y llevó a la evacuación de miles de residentes en localidades israelíes y libanesas cercanas a la frontera, donde se teme que el actual intercambio de fuego —aún de intensidad relativamente moderada— derive en un conflicto de mayor escala entre Israel y Hezbolá, que ya se enfrentaron en una guerra abierta en 2006.
La tensión en el sur del Líbano ha provocado el desplazamiento de casi 30 mil libaneses, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
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