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Confirman la muerte del último gran fugitivo del genocidio de Ruanda

Protais Mpiranya fue el líder de la Guardia Presidencial que orquestó la masacre contra los tutsis en 1994, una tragedia que evidenció las limitaciones de la ONU

"no hará más daño"

Imagen de archivo de Protais Mpiranya, líder de la Guardia Presidencial de Ruanda que lanzó el genocidio contra los tutsis en 1994.

Imagen de archivo de Protais Mpiranya, líder de la Guardia Presidencial de Ruanda que lanzó el genocidio contra los tutsis en 1994.

IRMCT

Protais Mpiranya, uno de los grandes fugitivos buscados aún por el genocidio ruandés de 1994, ha sido confirmado muerto este jueves y, en consecuencia, el caso en su contra se ha cerrado, informó la Fiscalía de la corte que sucedió al Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR).

En un comunicado, la Oficina del Fiscal del Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales (IRMCT) indicó desde su filial en Arusha (Tanzania) que "confirma hoy la muerte de Protais Mpiranya".

La investigación de la fiscalía del IRMCT explicó que contrastaron la identidad de Mpiranya a través de muestas de ADN tomadas del cuerpo que yacía bajo una lápida con un nombre falso en un cementerio a las afueras de Harare, capital de Zimbabue.

Al parecer, Mpiranya murió en realidad en octubre de 2006, a los 50 años, debido a un ataque al corazón producido por una tuberculosis. Según uno de los investigadores del IRMCT, es “obvio” que “al menos elementos de las autoridades (de Zimbabue) sabían que estaba en Harare”.

Mpiranya se constituyó como aliado del régimen de Robert Mugabe durante la segunda guerra del Congo (1998-2003), y la fiscalía explica que incluso se le vio en reuniones con altos cargos del régimen.

"EL ÚLTIMO GRAN FUGITIVO"

Mpiranya era el "último de los principales fugitivos acusados" por el TPIR y presunto líder del genocidio de 1994 contra los tutsis en Ruanda. Ahora sólo hay cinco fugitivos pendientes bajo la jurisdicción del IRMCT", señaló la Fiscalía.

El IRMCT fue creado por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de 2010 para finalizar el trabajo del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) y del Tribunal Penal para Ruanda, tras la finalización de sus respectivos mandatos.

"Para las víctimas de sus crímenes, Mpiranya era un fugitivo temido y notorio, líder de la Guardia Presidencial durante el genocidio y más tarde alto comandante de las FDLR (Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda, milicia compuesta por hutus implicados en el genocidio)", afirmó el fiscal jefe del IRMT, Serge Brammertz.

"Confirmar su muerte proporciona el consuelo de saber que no puede causar más daño", subrayó Brammertz, al indicar que la Fiscalía presentará "una moción a los jueces del IRMCT a su debido tiempo para cerrar oficialmente el caso contra Mpiranya".

OCHO CARGOS DE GENOCIDIO

Como comandante de la Guardia Presidencial, Mpiranya fue acusado por el TPIR en 2000 de ocho cargos de genocidio, complicidad en genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.

En particular, se le imputó la responsabilidad por los asesinatos, entre otros, de la primera ministra ruandesa Agathe Uwilingiyimana y de diez cascos azules belgas de las Naciones Unidas durante la matanza que asoló el pequeño país africano en 1994.

El genocidio empezó el 7 de abril de 1994 tras el asesinato el día anterior de los presidentes de Ruanda, Juvénal Habyarimana (hutu), y Burundi, Cyprien Ntaryamira (hutu), cuando el avión en el que viajaban fue derribado sobre Kigali, presuntamente por rebeldes tutsis.

El gobierno ruandés acusó al Frente Patriótico Ruandés (RPF) del asesinato, lo que detonó el genocidio que causó la muerte de unos 800 mil tutsis y también hutus moderados en poco más de tres meses.

Fue una de las peores matanzas étnicas de la historia reciente de la humanidad, y evidenció que el desempeño de la ONU sobre el terreno, que se vio totalmente rebasada, está limitado sin apoyo suficiente de la comunidad internacional.